Por Mendelevio.
Traición, es la palabra que mejor define la reforma eléctrica de Soria-Rajoy. Traición a la seguridad del país, al futuro medioambiental de la nación y a la recuperación de la economía y del empleo. Traición con oscuras motivaciones.
La política energética de ZP fue un disparate, como toda su gestión. Se quería colgar la medalla de ser el presidente más ecologista… pero la factura la pasó a los gobiernos que le sucedieran. No subvencionó la instalación de energías alternativas, lo que tendría que haber hecho con los presupuestos que gestionaba durante su mandato. Subvencionó la producción eléctrica, así que pasó los costes de la instalación de centrales renovables a los gobiernos que le sucedieran, hipotecándolos. Se montaban plantas fotovoltaicas durante su mandato, y las pagarían los que vinieran detrás. Muy socialista, gastar sin pagar. Este modelo ha reventado con la insolvencia del Estado. España está dando imagen de ser un país sin garantía jurídica, en donde un gobierno no se hace cargo de los compromisos adquiridos por el anterior.