Por Mendelevio.
Rajoy sigue avanzando en la implantación del chavismo en España. Uso aquí el término chavismo con un significado parecido a bonapartismo. Esto es, un régimen dictatorial que mantiene apariencias democráticas (elecciones, derechos formales…) El nuevo paso es blindar a los caciques de la Casta en el poder municipal.
Permitidme hacer un poco de historia de la democracia municipal. Esta se basa en dos pilares: la autonomía financiera y la elección democrática de sus regidores. Desde la Edad Media los municipios gozaban de la autonomía financiera que les daban sus bienes (el propio y del común), pero carecían de democracia. Esa Edad Media idealizada por los manipuladores nacionalistas, era una época en la que las oligarquías copaban los cargos municipales. El mitificado Consell de Cent de Barcelona es un ejemplo, no de las libertades catalanas sino del control de los asuntos municipales por las oligarquías.
En la Edad Moderna los reyes metieron a sus corregidores en los ayuntamientos, para tener un cierto control sobre éstos. El pueblo llano sólo tuvo una exigua representación en los asuntos municipales, tras amotinarse en 1766. La rebelión popular consiguió la entrada de los síndicos personeros y diputados del común, aunque realmente poco cambió.
En el siglo XIX los liberales progresistas introdujeron una cierta democracia en los ayuntamientos ya que los vecinos elegirían a sus alcaldes, pero se cargaron la autonomía financiera de los municipios. Expoliaron por la desamortización de Madoz a los ayuntamientos de sus propiedades y la venta de los bienes del común supuso una tragedia para los vecinos más pobres, ocasionando la enajenación de los bienes de propio la quiebra financiera de los municipios. Ese latrocinio debe pesar siempre en el debe de los presuntos progresistas, que bajo ese nombre esconden un grave retroceso en los derechos sociales de los más desfavorecidos.