Los recientes acontecimientos en el este de Europa ponen de manifiesto, una vez más, la inestabilidad de las fronteras existentes en esa zona del continente, tras el colapso del antiguo bloque comunista.
Los sucesos acaecidos en Ucrania llevaron a la caída del gobierno de aquel país, tras una revuelta popular orquestada por los partidos pro-occidentales, opositores al corrupto Presidente Yanukovich, que financiados por los Estados Unidos y la Unión Europea, precipitaron los acontecimientos no respetando el acuerdo que debería haber puesto fin al conflicto con un gobierno de unidad nacional, hasta la celebración de nuevas elecciones.