Por Arquímedes
El autor de este artículo ha experimentado en muchísimas ocasiones la desvergüenza de la banca española, que es por otra parte harto conocida por sus permanentes abusos y atropellos.
No se trata solo de los grandes bancos de nuestro país, son muchos otros también los que practican la estafa desde su inviolable institucionalidad, símbolo de progreso y avance económico. Quiero informar al que lea esta información sobre prácticas habituales de esa "mafia imperdonable y opresiva. El cobro de comisiones injustificadas, cambiar los intereses establecidos en contrato sin previo aviso, descuentos desconocidos en una maraña de letra pequeña y de dudosa honestidad, falta de información puntual de balances, cobros por transferencias desde el exterior, si bien han sido ya abonadas por el cliente, informaciones sibilinas por teléfono sobre preguntas concretas, ocultación de datos en inversiones de bolsa, cobros reiterados de servicios mediante descuentos a personas desprotegidas o ancianos por servicios desconocidos, pagos por actualizar la cartilla, a veces muy superiores a los intereses que se perciben, no permitir un seguimiento cuando hay muerte natural o por enfermedad para heredar los dineros y poder percibirlos, el truco de "autorizado firmante en una cartilla, que en caso de muerte de su titular no puede acceder al dinero de esos fondos, ya que se necesita un trámite burocrático inmenso, costoso y difícil de realizar, y para colmo contratos "basura donde vienen redactadas unas condiciones que luego se modifican al antojo de la entidad bancaria. Los cobros por utilizar los servicios bancarios son de los más altos de Europa, y si tiene tarjeta de crédito (Visa, Mastercard, etc) le pueden cobrar tasas altísimas por coger dinero de los cajeros automáticos. El redondeo en las hipotecas a la alta, sin considerar los acuerdos tomados, y un interminable etcétera.