Julio Sánchez
No creo que a estas alturas alguien con espíritu imparcial pueda dudar de que fueron los terribles atentados del 11-M los que auparon al poder al PSOE. De este modo, fue una atípica situación coyuntural la que conllevó el relevo al frente del gobierno de España. Ante este relevo la reacción de los medios y de los diferentes sectores de la población fue lógicamente en función de la adscripción política de los mismos.
Los medios de comunicación afectos o insertos dentro del espectro del centro-derecha entendieron que la derrota de Rajoy y la consiguiente toma del poder por parte del PSOE obedecía a un contexto muy circunstancial como el que se puso en escena mediante la carnicería que tuvo lugar en Madrid y las posteriores concentraciones de militantes y simpatizantes izquierdistas frente a diferentes sedes del PP; concentraciones, por otra parte, teledirigidas de forma interesada por Canal Plus y Telecinco, entre otros. Los simpatizantes de la derecha y los medios próximos al PP concibieron asimismo la derrota electoral como una especie de traición por parte de la mayoría del pueblo español ante lo que ellos han entendido que ha sido una época muy satisfactoria en el plano económico.
Para los medios del grupo PRISA, por su parte, aunque no se lo crean ni ellos mismos, el cambio en el ejecutivo sería fruto de un profundo proceso de reflexión política en el seno de la sociedad española que apostaría por la puesta en práctica de un nuevo talante, más dialogador, más "progresista impregnado de políticas de corte social.
Sin embargo, por más que le doy vueltas al asunto, de verdad que no encuentro razón alguna ni para el enfado de los "populares ni para la alegría de los "socialistas. En todo caso, sería algo así como el que es aficionado de un equipo de fútbol; todos los equipos juegan al mismo deporte, pero, es un club determinado el que despierta nuestras simpatías. ¿Y a qué viene todo esto?. Pues que en este caso, sería algo parecido: el PP y el PSOE tienen una misma forma de entender la política, la sociedad, la economía, el orden internacional y sin embargo, cada uno tiene su propio electorado, por más que las diferencias en esencia no existan.
Vayamos por partes.
Para los electores del PP, este partido vendría a representar la "idea de España; sería algo así, como un baluarte de españolidad frente a la ambigüedad del PSOE y el abierto conflicto contra nuestra nación que plantean IU y las diferentes fuerzas separatistas.
Efectivamente, centrándonos en los socialistas su actitud ante España no es precisamente muy patriótica que digamos. La muestra más palpable y última de ello es el pacto con ERC en el ejecutivo autonómico catalán y su posterior continuación práctica en el Parlamento nacional mediante el voto a favor de dicha formación independentista en la investidura de Rodríguez Zapatero a cambio, supongo, de futuras prebendas. Los socialistas catalanes suscribieron con el antiguo brazo político de la organización terrorista "Terra Lliure un pacto de gobierno cuyo fin último es la reforma del Estatuto de Autonomía catalán. Con esta reforma se pretenden introducir novedades de tipo fiscal y judicial –sin olvidar la inmersión lingüística que discrimina al castellano- tras las que se esconden un avance más en el proceso de separación de Cataluña respecto al resto de España.
Sin embargo, el tripartito catalán no es más que un hecho más en una historia llena de desencuentros con respecto a una política de signo nacional por parte del PSOE: el apoyo implícito al terrorismo de ETA durante el franquismo, los años de gobierno junto a los racistas del PNV en Vascongadas, las negociaciones de Argel, los pactos con el separatismo en Galicia y en Baleares, las actitudes de auténticos impresentables como Odón Elorza , etc.
Pero, frente a la política antinacional desarrollada por las socialistas, ¿cuál ha sido el papel del PP?, ¿ha sido diferente?. Es suficiente realizar un pequeño ejercicio de memoria para recordar que Aznar gobernó en la primera legislatura contando con el apoyo parlamentario del PNV y de CiU. Con relación a la primera de estas dos fuerzas políticas es muy frecuente escuchar de boca de dirigentes y militantes "populares que hace unos años su actitud era muy distinta, como si el PNV no hubiera demostrado a lo largo de su centenaria vida su espíritu xenófobo y profundamente contrario a cualquier signo de españolidad.. O son ingenuos o son...., me decanto por esto último.
Enlazando con la presunta defensa de España que practica el PP, los ex pupilos de Aznar, ahora de Rajoy, reaccionaron de forma airada contra el tripartito catalán, por la presencia en el mismo de una fuerza independentista como ERC. Sin embargo, el PP ha llegado a tener suscritos acuerdos de gobierno en cinco ayuntamientos catalanes con dicho partido, concretamente en Aitana, La Galera, Els Pallaresos, Alella y Villalonga del Camp. Dichos pactos fueron desautorizados por el PP en el mismo momento en que se supo que el líder de ERC, Carod Rovira había mantenido negociaciones con ETA. Pero,¡lo qué son las cosas!, tenemos que refrescar la memoria a los "olvidadizos que no se acuerdan de que Aznar autorizó en su día a representantes de su gobierno a sentarse en una misma mesa con los terroristas para... ¿negociar qué?, ¿la ruptura de España?, ¿la excarcelación de los presos?, ¿de qué otra cosa podrían hablar?.
En cualquier caso, PP y PSOE son las fuerzas vivas y principales de un régimen como el del 78 que se construyó sobre la base de un consenso a toda costa que incluía a las fuerzas separatistas. Éstas, desde un principio, hicieron valer su fuerza y con la intención de acallarlas a lo largo de estos años se han ido sucediendo continuas cesiones a sus pretensiones como si tuvieran un límite; o mejor dicho, si lo tienen: la independencia. Se ha ido generando así una dinámica secesionista e insolidaria sin ningún tipo de legitimidad histórica, por cuanto España constituye un proyecto común forjado a lo largo de varios siglos entre distintos pueblos, razón esta por la que no tiene ningún sentido vincular la idea de nuestra patria a la de la Constitución –argumentación frecuente entre los "bienpensantes a los que les acompleja la defensa explícita de la nación española- por lo de que circunstancial ésta tiene frente a, como digo, la realidad histórica de la que somos fruto.
Adentrémonos ahora en el "abrupto terreno de la economía.
Consecuente con el espíritu derechista que inspira a los "populares, en sus años de gobierno "dilapidaron todo el sector público mediante un vasto programa de privatizaciones. Las empresas que antes eran patrimonio de todos los españoles quedaron en manos de unos pocos oligarcas espabilados que pegaron el "pelotazo de sus vidas, y si no que se lo pregunten a Villalonga y el "negociete que hizo con Telefónica. En fin, el servicio público convertido en negocio privado.
Es cierto, que en el contexto de las diferentes fases que se suceden en todo ciclo capitalista, hemos vivido un período de expansión, sin embargo, es por ello que se hace precisamente más palpable el carácter reaccionario del PP. La precariedad, la inestabilidad en el empleo, la siniestralidad laboral, las prácticas abusivas de las ETT´s, etc han sido el pan de cada día de los trabajadores españoles.
En contraposición, para importantes sectores poblacionales el PSOE sería el fiel reflejo de un partido de corte social, que se preocupa por los más desfavorecidos, que lucha contra la exclusión social y que mira, en definitiva, por la clase trabajadora. Todavía son muchos los que se creen la retórica obrerista de dicho partido. Sin embargo, mucho me temo, que todo eso quedó en el plano puramente teórico. Me remonto a 1982; el Partido Socialista consiguió una aplastante victoria en las elecciones generales que tuvieron lugar ese año, habiendo cosechado las esperanzas de muchos españoles que veían la posibilidad de un cambio auténtico de timón. Nada más lejos de la realidad.
La entrada en un organismo de inspiración capitalista como la Unión Europea conllevó un servil seguimiento de las políticas dictadas desde Bruselas, así se llevaron a cabo salvajes reconversiones industriales que trajeron consigo la precarización del empleo. Por otra parte, la Banca multiplicó sus beneficios. Fue también la época de la creación de las empresas de trabajo temporal. La gestión económica de los socialistas fue desastrosa en medio de un clima de corrupción generalizada (FILESA, Expo, etc). Se llegaron a cifras de desempleo del 24% de la población activa. En todo momento, el PSOE se erigió en protector del gran capital –menos, con Ruiz Mateos, claro está- y comenzó con la política de privatizaciones que tuvo su máximo apogeo posteriormente con la llegada de Aznar a la Moncloa. En sintonía con esa imagen que destilaban los socialistas, la llamada "jet-set se llegó a identificar con el aparato del poder.
Por todo ello, creo que es faltar a la verdad hablar de socialismo en el PSOE, valga la redundancia. El PSOE es defensor de la economía de mercado y en ningún momento puede apuntarse el tanto de ser el representante de las aspiraciones sociales de los trabajadores, pues sus energías están puestas más bien en la defensa de determinados oligopolios mediáticos, ¿verdad, Señor Polanco?. Ya quedaron muy atrás, parece ser, las palabras del fundador del partido, Pablo Iglesias: "Mi parecer es que ni los socialistas pueden aceptar bajo su responsabilidad cargo alguno de ningún gobierno burgués, ni el Partido Socialista autorizar la presencia de uno o varios de sus miembros en gobiernos que tienen por misión defender el régimen del salario. Los socialistas no deben ir al Poder a hacer cumplir las leyes hechas por la clase explotadora para mantener en la esclavitud, en la miseria y en la ignorancia a los productores.
Otro tema. Como decía, al principio, fueron las bombas del 11-M las que catapultaron a Rodríguez Zapatero como presidente del gobierno, por más que suene mal, pero así es la realidad. La ciudadanía, en su mayoría, entendió que los atentados eran consecuencia directa de la participación de España en la guerra de Irak, por esta razón el PP recibió un considerable castigo en forma de votos, tanto por la pérdida de electores potencialmente propios como por el aumento considerable que cosechó el PSOE, precisamente por condenar la intervención de nuestras tropas en la nación árabe identificándose con los deseos de la práctica totalidad de la sociedad española.
En los últimos tiempos, Aznar se empeñó en convertirse en una especie de "caudillo internacional mediante su papel de amigo privilegiado del "Tío Sam, del que ha venido siendo un aliado servil y fiel. El gobierno "popular nos convirtió en "tontos útiles del imperialismo yankee y sus guerras injustas e ilegales, eso sí, en todo momento "humanitarias.
Ahora bien, ¿ha tenido el PSOE legitimidad moral para protestar contra la guerra de Irak?. Yo, sinceramente, pienso que no. La política pro-EEUU de Aznar se ha encuadrado en la línea de colaboración que ya en su día inició Franco mediante los acuerdos con Eisenhower y que gustosamente continuaron los socialistas cuando propiciaron la entrada de España en la OTAN, auténtica legión extranjera del Pentágono. No hace falta remontarse muy atrás para revisar cuál ha sido la actitud de los socialistas ante determinados conflictos bélicos para desmontar sus argumentaciones que los colocan en un pedestal de auténticos adalides de la paz. ¿Cuál fue la actitud del PSOE en la agresión imperialista contra el pueblo yugoslavo?, ¿acaso callaron?, creo recordar que era el "socialista Javier Solana, el secretario general de la OTAN durante la guerra contra Yugoslavia, ¿puede ser?, o ¿es que me falla la memoria?. No sé, no sé, dudo mucho del carácter pacifista y legalista del PSOE; ¿el GAL?, ah, pues mira otra cosa qué recordarles.
Cambiando de cuestión, está claro que el PP cuenta con el apoyo del catolicismo más "militante en España. Para este sector de población los "populares serían el llamado "mal menor, un partido más adecuado al Evangelio frente a los "ateos del PSOE. Para los socialistas, por el contrario, el PP vendría a ser la derecha de siempre, coaligada con los curas. Sin embargo, por más que me vuelvo a estrujar el cerebro, tampoco veo diferencias por ninguna parte en el plano ético o moral entre las dos formaciones.
Acabo de hablar de plano ético o moral, si bien, entiendo que lo suyo es hablar desde un punto de vista penal cuando es el aborto el tema a tratar, pues es en si mismo un atentado contra el derecho a la vida. Los "populares se han escandalizado al conocer el proyecto de ampliación de la actual Ley del Aborto por parte de los socialistas mediante la introducción del cuarto supuesto (recordemos: por razones económicas). Olvidan o son verdaderos ignorantes o no se quieren enterar –para evitar problemas de conciencia- que en cada uno de los años del gobierno de Aznar se han producido en nuestro país una media de 60.000 abortos. El PP durante su período en el poder mantuvo la existencia de este infanticidio que tiene cobertura legal en España gracias en su momento al PSOE. A esos abortos practicadas en clínicas "especializadas hay que sumar los crímenes que se producen mediante la píldora RU-486, cuya comercialización contó con los votos favorables del PP y la colaboración del Ministerio de Sanidad.
El clima de corrupción moral en todos los sentidos que nos invade ha sido común tanto en el anterior período socialista como en el "popular y seguirá siendo el ejemplo palpable en estas y futuras legislaturas de que esta sociedad está enferma.
El gobierno "popular continuó con la senda seguida por el PSOE en el plano cultural financiando por ejemplo, un cine que es de lo más grosero y zafio que podamos encontrar. De esto saben mucho personajes de la "talla de Pedro Almodóvar, Fernando Trueba, Bigas Luna, Julio Médem, etc, quienes paradójicamente se han posicionado en contra del amo que les ha dado de comer durante estos años, como si la política a desarrollar por los socialistas culturalmente hablando vaya a variar mucho y a ser mucho más "progresista, ¿todavía se puede más?.
Por otra parte, durante los años de Aznar hemos seguido viviendo en un ambiente favorable a la drogadicción, ambiente que ya tuvo sus "flamantes comienzos de forma "oficial durante los ochenta, ¡qué tiempos aquellos los de Tierno Galván!. Fijémonos en la música, ¿a que nos suenan o qué destilan nombres como "Estopa, "Ketama, "Maíta vende cá, "Ska-p?, ¿de qué sirve que haya un Plan Nacional contra Drogas o de que se juegue un partido de fútbol al año con Garzón y Del Olmo si se permite la libre difusión de letras que incitan a las drogas?, ¿ha hecho el PP algún esfuerzo en este sentido?, ¿lo hará el PSOE?.
En el tema de la familia, otro tanto; son muchos los simpatizantes del PP que entienden que esta formación asumiría el rol de principal defensor de la idea de familia en España frente a los de "Hijos sí, maridos no que cantaban en la guerra civil. Sin embargo, hemos asistido como en comunidades autónomas gobernadas por los "populares han surgido iniciativas favorables a las llamadas uniones de hecho. El PSOE va ahora más allá y se habla de la plena equiparación de las parejas homosexuales, permitiéndoles la adopción. Hasta ahora, es cierto, que el PP se ha posicionado en contra de esta última medida en concreto, pero lo acabarán aceptando; tiempo al tiempo.
Con relación a la manipulación genética, el PSOE pretende introducir una serie de novedades legislativas, sin embargo, no sé hasta qué punto podrá ser así, ya que el PP les ha "adelantado el trabajo pues con la mayoría parlamentaria que han contado hasta ahora, los "populares aprobaron la Ley de reproducción asistida y autorizaron la manipulación de embriones así como la utilización de éstos con fines investigativos.
En definitiva y como conclusión, el 14 de marzo en España se produjo un simple cambio de siglas pero no de políticas que conlleven una diferenciación esencial de conceptos desde cualquier punto de vista, ya sea nacional, económico, social o moral. PP y PSOE son formaciones con distinta simbología pero con una misma identidad de adscripción a los postulados del "Pensamiento Único. Ambos partidos comparten la vinculación del futuro de España con la defensa del texto constitucional –por tanto, son cómplices directos del proceso de desintegración que vive nuestro país-, defienden la presencia de España en organismos supranacionales como la OTAN y la UE al servicio del imperialismo y del capitalismo, cierran filas en torno a una concepción neoliberal de la economía y son patrocinadores de una sociedad enferma cuya manifestación más grave es la negación del derecho a la vida. Por lo tanto, que no se escandalicen tanto los perdedores ni se alegren tanto los vencedores, pues tras el 14-M todo sigue y seguirá igual. Urgen alternativas.