Borja Manrique
José Bono es hombre de gestos grandilocuentes y discurso pomposo, y lo ha demostrado a las primeras de cambio en su nueva andadura al frente del Ministerio de Defensa. Su toma de posesión fue digna de las más altas instancias del Estado.
Pero Bono es además un referente para muchos socialistas que se sienten profundamente españoles. José Bono, Juan Carlos Rodriguez Ibarra, Paco Vazquez: tres miembros destacadisimos del PSOE que reivindican en todas sus intervenciones públicas un patriotismo para y desde la izquierda.También lo hace, y con bastante brillantez, el presidente Zapatero, aunque tomándose menos libertades que los anteriores.
El caso es que los socios del Partido Socialista en la legislatura que comienza no han tardado en darse cuenta del "peligro" que esto representa y desde Esquerra Republicana de Cataluña han tachado a Bono de "social-falangista", y dicen que van a estar vigilantes ante actitudes como las del castellano y manchego. Llamar a Bono falangista es uno de los peores insultos políticos en la España de hoy, dadas las conotaciones franquistas de este calificativo, aunque en honor a la verdad histórica hay que reconocer que ciertamente el nuevo ministro desprende un cierto aire a "camisa azul" por esa mezcla de patriotismo español y socialismo acristianado que hay en cualquiera de sus discuros, entrevistas o declaraciones.
Sin embargo, si vamos a los archivos y desempolvamos los programas de aquel falangismo inicial de los años treinta resulta que le pasan a Bono bastante por la izquierda. Los seguidores de José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma pedían cosas como la nacionalización de la banca y el reparto de la tierra entre los campesinos.
Seguro que José Bono no se va a acobardar por mucho que le insulten, y seguirá defendiendo en todas las tribunas su propia visión del socialismo. ¿O es que piensan los de Esquerra Republicana que en el nuevo panorama gubernamental tiene más legitimidad su social-independentismo que lo que ellos denominan el social-falangismo de Bono?