Por Mendelevio

Los liberales del P.P. llevan años dando la monserga con la cantinela que el sector público es ineficiente y el sector privado es la panacea de la prosperidad. Ahora, estos liberales están nacionalizando el sector bancario, y endeudando más a la nación para rescatar el sistema financiero. Cuando tienen perdidas se rescata con el dinero de todos (de nosotros y de nuestros nietos que seguirán pagando los intereses de la deuda). Cuando estén saneados los volverán a privatizar.

Este cuento ya lo hemos vivido. En junio de 1995 los liberales del PSOE (titulares de la franquicia de la socialdemocracia en España) liquidaron el Instituto Nacional de Industria (INI). Transfirieron sus acciones al grupo TENEO, que poco después se transformó en la SEPI (Sociedad Española de Propiedad Industrial). Después, ese gran economista, Rodrigo Rato, realizó el gran milagro económico de Aznar. Se sanearon las cuentas públicas para que España pudiera entrar en el selecto club del Euro. Para ello se saldó el sector público español (Argentaria, Tabacalera, Telefónica, Endesa, y Repsol...). Para entrar en el Euro Rato y Aznar vendieron las joyas de la abuela. Lo mismo que hizo Florentino Pérez con la venta de la ciudad deportiva del Real Madrid. Estos liberales del P.P. quieren hacernos ver ese periodo como un éxito de las políticas liberales, cuando sólo se liquidó el patrimonio de todos los españoles. Hoy Rajoy no podrá hacer este milagro, ya no tienen joyas de la abuela que vender. Y además nos hacen cargar a todos los españoles con los pufos del sector financiero.

Nos tememos que una vez saneado con nuestro dinero, crédito y sufrimiento se vuelva a privatizar. Como se hicieron en los 80 el tandeen de liberales Gonzalez-Boyer con las empresas de la primera Rumasa (Galerías Preciados, Banco Atlántico, Hotasa e inmobiliarias...). Se socializan las pérdidas y se privatizan los beneficios.

"¿Que delito es asaltar un banco
comparado con el hecho de fundarlo?"
(Bertolt Brecht)

 

¡Hagan juego, señores!, ¡vale todo!. Defrauden, evadan, blanqueen, aprópiense indebidamente. A partir de ahora y cada cierto tiempo el gobierno de turno les permitirá en pocas horas ponerse al día y pasar por decentes; incluso, y si tienen paciencia, serán considerados grandes patriotas pués traen el dinero de vuelta a España.

No se pongan nerviosos, no habrá consecuencias negativas ni represalias. ¿Y si al traer la pasta quedamos marcados para el futuro?, no sean desconfiados, consúltenlo con su Financial Coach por si pudiera convenirles no traer todo de una vez y hacerlo de poquitos a poquitos por distintas vías (diversificar riesgos, creo que lo llaman).

Vuelvan los hijos pródigos, matemos los corderos necesarios pués la ocasión lo merece. No crean, además, que esta será la única medida para salir de la crisis, no lo van a pagar todo ustedes; también tienen pensado congelar salarios, reducir gastos en educación y sanidad, abaratar el despido, forzar las prejubilaciones... ¿A que ya lo ven de otra forma?. Es que se me agobian demasiado y si el problema es de liquidez pues...se vende un cuadro y a tirar p´alante.

¿Para cuando la abolición de los paraisos fiscales?.

Alberto

"No me siento capacitada para defender una forma de hacer política cada vez más derechizada, una reforma laboral injusta que atenta no sólo contra mi propio futuro, sino contra el de miles de jóvenes; y la subordinación cada vez más extrema a los intereses económicos en detrimento de los sociales"

Estas declaraciones no son de un militante antigubernamental son, de la ex responsable de las Juventudes Socialistas de Asturias de hace ahora un año, tras dimitir de su partido y romper su carnet.

Me parece justo y necesaria traerlas a colación ahora porque tras más de treinta años de partidocracia nuestro pueblo no puede caer en el gravísimo error de seguir con esta rutina de permitir cada cuatro u ocho años una alternancia en los gestores de los asuntos de nuestro pais, de seguir apelando al mal menor que insulta a la inteligencia y que ha demostrado ser una coartada para mantener el mismo status quo. No podemos volver a hacer lo mismo.

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Por Alberto

Ayer en un informativo de televisión pude verle y oirle. Le ví y le oí hablar de la crisis y dirigirse a los telespectadores usando de manera fría y calculada la primera persona del plural. "Estamos pasando momentos durísimos", "Atisbo que comenzaremos a recuperarnos a mediados del dos mil trece" o "no son buenos momentos para nadie". Si continúa un minuto más me hubiera apetecido pasarle el brazo por el hombro y decirle: "Venga machote, que Dios aprieta pero no ahoga, que tú puedes con todo lo que te propongas y, además, aquí estamos para ayudarte en lo que necesites", "¡pobre hombre!".

En cuarenta y seis años sólo he conocido (dudoso honor) a una persona con esa frialdad prepotente y sobrada, una persona a la que, al mirarle a la cara, no sabías si acababa de perder a sus dos hijos en accidente de tráfico o le había tocado un millón de euros a la lotería; se llamaba y se llama José Amedo Fouce.

jose_amedo

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Hace unos dias definia la politica de la derecha partidocratica como de “canallesca” por la autodeclaracion de agresividad que el Ministro de economia hacia en su conversacion con el homonimo Aleman. Hoy, nos llega la noticia de que ese mismo Ministro bestialico sigue en su gira explicando en Paris las llamadas “reformas” poniendo su acento en la desproteccion social.

A mayor abundamiento, el Ministro de Exteriores suple la curiosa actitud vendepatrias del Depredador de Economia tratando de mostrar “firmeza” en la defensa de los intereses “españoles” frente a la Republica Argentina, claro que para esta pandilla de agresores de lo publico los intereses “españoles” son una Multinacional Repsol. No se trata de niguna actitud nacional, el Ministro de exteriores sigue en la orbita de mostrar la pantorrilla a los popes de la oligarquia  financiera, la “firmeza” no es la de la defensa de los intereses españoles sino ante intentos de planificación económica  y-ahora sí- defensa de la economía Nacional por parte del Gobierno de la República Argentina.

margallo

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