"De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo:
De la derecha cuando es diestra
y de la izquierda cuando es siniestra"

(Mario Benedetti)

Corren malos tiempos para la izquierda, malos tiempos electorales, de acceso al poder, pero resulta que la izquierda o sus principios fundadores son del todo imprescindibles. Son momentos de recortes, mermas y minoraciones de derechos, calidad de vida y parece que el más novicio de todos ya lo ha asimilado y los da por inevitables.

Es aquí donde la izquierda debe batirse el cobre y luchar porque las reducciones sean lo menos dolorosas posibles, pelear porque no haya más privatizaciones de las necesarias, fiscalizar el destino de los grandes beneficios... porque las naciones también tienen alma y no solo contabilidad, vigilar que no se cruce la delgada linea que hace irreconciliables economía y dignidad pues de qué sirve un pais fuerte de débiles esclavos.

La izquierda que tenga ese destino deberá asumir sus responsabilidades no para mandar sino para servir, deberá no solo repartir riqueza -se le presume- sino también crearla y aquellos elegidos para tan alta misión tendran, a mi juicio, que desprenderse de percusionistas ruidosos, aventureros, quemacuras, centroamericanistas, lleven falda o pantalón.

Por todo ello, los mejores deseos para una nueva izquierda.

Alberto Fernández