Ayer la vi, vi la foto estrechándose las manos y no me gustó nada.
No soy tan ingenuo de pensar que las cosas salen por si solas sin más, que se puede mover el mundo sin dinero o que no hay, en ocasiones, que comulgar con ruedas de molino; tampoco ignoro que la necesidad hace extraños compañeros de viaje, pero no pude evitar cierto rechinar de dientes al contemplar la foto del Santo Padre con Emilio Botín. Me vino irremediablemente a la cabeza la imagen de la película "El Padrino" en la que Michael Corleone recibe del Papa la encomienda de la Iglesia Católica en agradecimiento por los servicios prestados.
Llegué a preguntarme quién recibía a quién, quien era el anfitrión, si el Papa de la Iglesia de Roma o el Pope de la Iglesia Capitalista; me sentí incómodo aun a sabiendas de que a veces Dios escribe con renglones torcidos.
Cambié de canal y la alternativa consumó la arcada. El gobierno plantea una amnistía fiscal. ¿Para quién?, ¿para trabajadores, autónomos y pymes?. Ya...ya lo pillo, no insisto por ese camino.
Volví a cambiar y una guapa presentadora me informó que Madrid iba por delante de Barcelona en la carrera por traerse Las Vegas a España. Empleo y dinero a cambio de fichas, putas y mafia. El Vellocino de Oro.
Le dí a la tecla. Otro canal me cuenta que se suspendieron las procesiones de Semana Santa por la lluvia...
¡Joder lluvia! ¿Tú también?.
Alberto