Por Juan Martín
Tambaleándose; demasiados siglos lleva ya España rodando por el empedrado, avanzando a trompicones, de traspiés en traspiés. Desde dentro y desde fuera, por unos pocos culpables y demasiados responsables, nuestra Nación va dejándose la cabeza en todas las esquinas de la Historia. Como un barco sin timón, sin destino y sin esperanza, hace demasiado tiempo que dejó de ser una empresa apetecible para quienes habitan en ella.