Hoy despedimos a Teresa Tejada González, mujer entrañable, esposa y madre de falangistas. Aún convencidos de que la muerte no es el final, nada puede sustituir en el corazón de cualquier hijo el cariño y el amor de una madre.
Hoy despedimos a Teresa Tejada González, mujer entrañable, esposa y madre de falangistas. Aún convencidos de que la muerte no es el final, nada puede sustituir en el corazón de cualquier hijo el cariño y el amor de una madre.
Estamos de acuerdo con...
TOMÁS MARTÍN TAMAYO
Publicado en HOY, el Sábado, 24 octubre 2020
Espero y deseo que la revisión del callejero en muchos pueblos –Madrid incluido–, para bajar del mismo a próceres históricos del PSOE, haga reflexionar a algunos socialistas que, con ardor guerrero, mucha temeridad y poca reflexión, se impusieron la tarea de purificarlo personalmente, llegando a excesos caprichosos, como etiquetar de «fascistas/franquistas» a personas que nunca estuvieron en el ideario franquista ni fascista. En la provincia de Badajoz la purga saltó de pueblo en pueblo y con la presión de retirar subvenciones, se forzó a bajar de calles y plazas nombres que ni remotamente entraban en el espíritu de la Ley de Memoria Histórica. Un juez paró el furor revisionista y desde entonces, menos mal, se hizo el silencio. Da para una serie este capítulo, lo sé, pero prefiero ser condescendiente y no pasar de aquí. Punto.
Medios como Extremadura7Días o Región Digital, han recogido en sus páginas la solicitud realizada por el Grupo de Defensa del Patrimonio Histórico. En una serie de propuestas remitidas a la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, se pedía la realización de un inventario de los elementos patrimoniales sumergidos por el embalse de Cedillo, por primera vez a la vista desde la construcción presa hace más de 40 años, debido a un excepcional descenso de la cota de inundación.
Por Fernando Valbuena
Extremadura no se entiende sin los extremeños. Extremeños, como Extremadura, en desguace permanente. Extremeños del te irás y no volverás. Extremeños de todas las ausencias, de todos los atropellos, de todos los silencios… Extremeños en peligro de extinción. Como Extremadura, en despedida y cierre.
A primera vista, ni mejores ni peores. El mismo corazón que nos bombea dentro a todos. Los mismos dos ojos que nos alumbran a tirios y troyanos. Pudiera ser que fueran casi como los demás. Pudiera ser, pero son extremeños. Y son la buena gente de siempre. Aunque solo fuera porque el sol que les alumbra es más limpio. Como ellos, como la tierra seca y nervuda que cultivan y pastorean.
Por Fernando Valbuena
publicado en El Periódico Extremadura (18/05/2019)
Vaya por delante la propaganda electoral. A la vuelta de la esquina. Colgando de una farola. En un cartelón, sobre fondo rojo, leo: «hacia delante». Ahí queda eso.
Los aficionados a los toros se dividen en dos: los que se han puesto delante y los que no (los que no se han puesto delante). Adelante de un toro no se ha puesto nunca nadie. Pongamos por caso.