Las ocho y media de una tarde de noviembre, en Cieza de 2009, puede ser un buen momento para abrir, en plena realidad, una nueva ventana falangista al universo que nos rodea, o más prosaicamente, a la sociedad que nos mira y está atenta a un presente incómodo en justicia y en convivencia. Para nosotros, desde FA, el momento, la ocasión fue un acto poético – en el mejor entendimiento de la idea de José Antonio-, ya sabéis que para él la poesía significó siempre génesis de construcción; la poesía era antes que otra cosa "construir, de ahí su etimología, y en ese sentido los camaradas de Cieza hemos hecho poesía, es decir, hemos construido un hecho tan importante como inaugurar una sede falangista.