Los jóvenes del 15M reclaman más y mejor democracia, como lo lleva haciendo FA desde los tiempos de su fundación. ¿Cómo dar una respuesta nacionalsindicalista de base personalista y sentido inequívocamente democrático a las carencias de las instituciones ? Este es el gran reto del falangismo que ahora entronca con la revuelta del 15M.
Desde que finalizó la falsificación de la doctrina nacionalsindicalista en un régimen eminentemente católico-conservador, en una primera fase, y tecnócrata-desarrollista al final, hacía falta una sistematización de lo que debe ser un Estado nacionalsindicalista integral, y ya existen, a pesar de ciertos pesimismos, aproximaciones escritas muy precisas en las que no creo necesario insistir. Recordar tan solo, por ejemplo, el trabajo de Jorge Lombardero “Aproximación a una teoría del Estado Nacionalsindicalista. “