Actualidad

Conoce la actualidad de Falange Auténtica


José María García de Tuñón

Hace pocas fechas en el Foro de Falange Auténtica recomendaba leer a Pío Moa porque de este historiador estábamos debatiendo en ese momento. Esto no quería decir, por supuesto, que no hubiera recomendado a otros historiadores como, por ejemplo, a Paul Preston que siempre ha ignorado sistemáticamente la persecución religiosa española, la más terrible de la Historia de Europa. Ni una alusión tan siquiera a los trece Obispos asesinados, ni a los 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos, ni tampoco las 383 religiosas. Podía haber recomendado también al cadáver histórico Javier Tussel, el gafe de la política española porque todos los partidos en los que ha militado y trabajado han desaparecido del arco parlamentario y del mapa político, que no ha sabido digerir democráticamente las palabras de Pío Moa en el programa de Carlos Dávila emitido por la segunda cadena de TVE. También podía haber recomendado a César Vidal el historiador que, muy posiblemente, peor haya podido tratar a José Antonio hasta tal punto que el profesor Pedro Carlos González Cuevas, que se confiesa no encontrarse entre los admiradores del líder falangista, ha dicho, refiriéndose a lo escrito por Vidal, que nadie es ciento por ciento malo; y, desde luego, tampoco José Antonio.

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Muchos querrán mirar hacia otro lado. Otros tantos pensarán que son cosas que no nos afectan. Que ocurren demasiado lejos, en lugares donde poco o nada podemos nosotros decidir.

Falange Auténtica inicio su andadura reivindicando lo mejor de la Falange: su lucha permanente por la Justicia. Justicia universal y Justicia en todos los ordenes.

Por eso no miramos hacia otro lado y no pensamos que nada nos resulte tan lejano para que no sea merecedor, si no de nuestra lucha, al menos de nuestra protesta y de todas aquellas formas de presión que nos estén permitidas.

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Borja Manrique

"Es necesario que el Partido Socialista tienda en los próximo años hacia un concepto elevado de patriotismo. Un concepto elevado de la bondad que para una política de justicia social representa la unidad de España".

"La derecha clásica, la derecha conservadora-católica, nuca fue patriota, fue nacionalista en el peor sentido del término".

"(....)ser de izquierdas es el ejercicio más sublime de patriotismo. Quien defiende la patria, por tanto, un Estado para vivir en común, lo que defiende sobre todo es la igualdad".

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Miguel Ángel Loma

Un caso estrella como el de la pobre niña nicaragüense, que reunía las circunstancias más morbosas, no se presentaba todos los días. Por eso no había tiempo que perder. Todo debía hacerse deprisa deprisa, porque la decisión estaba tomada de antemano, fruto de una estrategia perfectamente organizada. Rosa: niña de nueve años, de familia pobre, violada por un desalmado y embarazada de quince semanas con supuesto gravísimo riesgo para su salud y para la del ser humano que llevaba dentro. No se podía perder la oportunidad que ofrecía aquel brutal caso de laboratorio del doctor Mengele. Se iban a enterar todos esos estrechos que, como la Iglesia, aún se oponen al aborto. Rápidamente, una ONG denominada Red de Mujeres contra la Violencia (contra la violencia hacia todo lo que no sea un indefenso ser humano en el vientre de una niña madre) tejió su telaraña alrededor de Rosa, lanzando en el momento justo la noticia a los cuatro vientos. El anzuelo estaba servido y los periodistas más "sensibles" entrarían a saco. Ni siquiera hubo rubor en difundir la mentira de que la pequeña había sido excomulgada, y hasta sacaron de paseo, cómo no, la larga sombra de la Inquisición. Para algunos vale todo cuando el motivo es tan noble como el aborto. La opinión pública conmovida por la dramática presentación del terrible caso, casi unánimemente sentenció: "Si van a morir los dos, al menos que intenten salvar a la niña". "Y no es que yo esté a favor del aborto, pero en estos casos...".

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Justo Rodríguez-Peral

Es el niñato que, escondido y amparado por la alta figura del chulo del cole, asistía complacido a las palizas que nos propinaba por un paquete de cromos o por quitarnos la pelota. Ese niñato era el chico odiado y odioso de la clase. Era el de la risita burlona y el de la amenaza directa...

Hoy, me lo imagino con bigote charlotín, al lado del nuevo chulo tejano. El cole dejó de serlo para pasar a ser un teatro de operaciones donde el valor de la vida humana, de una sola, está por debajo del precio de un barril de petróleo. Sube a un estrado y se permite amenazar, amparado por la figura que le acompaña. Se sabe del equipo ganador.

Es un tipo mediocre, que antepone sus convicciones religiosas a las políticas (lo ha dicho él tras su entrevista con el Papa Juan Pablo II); como si unas y otras, para el católico, pudieran estar separadas. Como si la vida de un ser humano que nace en Iraq vale más en el momento de tomar la Comunión que en el momento de actuar políticamente para hacer una guerra injusta e injustificable.

Es un tipo triste, que dispersa su tristeza convirtiéndola en pena en personas que tratan de alejar la tragedia que les acecha si él y sus amigos ponen en marcha la máquina de guerra.

Cree que va a ganar mucho si se sube al carro de la injusticia y la perversión moral, pero sólo va a recibir las migajas de un bocadillo babeado. Tras las anchas espaldas y brazos robustos forjados en la pelea callejera se siente importante, pero sólo es la forma en que esconde sus carencias y sus miserias. Piensa que porque se codee con los chulos del cole forma parte de la cuadrilla, pero también sabe que el día que desaparezcan los brazos forzudos del jefe sólo se verá su porte endeble y pasará a ser la risión birriosa que demuestra cuando habla de la separación de sus convicciones morales y políticas; y porque sabe que esa efímera fama pasará pronto, quiere prolongar la situación aunque desemboque en catástrofe e injusticia. Quiere que su paso a la inexistencia tarde en llegar un poquito más; aprovechó el momento y no quiere dejarlo pasar demasiado rápido.

Es un politiquillo del tres al cuarto que necesita de un chulo tejano para hacerse notar. Es el correveidile, el perrillo faldero, del Nuevo Orden anglosajón.

Es un personajillo con escasos valores nacionales y morales.

Es José María Aznar.