Francisco Sosa Wagner, catedrático de Derecho Administrativo y escritor, en El Mundo, 22.05.07:
"ELECCIÓN DE ALCALDES EN ALEMANIA: SUGERENTE EXPERIENCIA
Para juzgar la calidad de una democracia se impone examinar sus componentes más significativos y uno de ellos es, sin duda, la elección de los alcaldes. Pocos discuten que el sistema democrático español anda herido y dando tumbos, porque los partidos políticos lo degradan día a día con su afición a meterse donde les llaman y donde no; el problema radica en encontrar los correctivos y aparejar los remedios adecuados. Por eso pienso que conocer algunas experiencias extranjeras puede venir bien, quizás hasta aprendemos de ellas y algo aprovechará al cuerpo social.
En Alemania se está imponiendo, desde la última década del siglo XX, la elección directa de los alcaldes. Los Länder de Baden-Württemberg, Baviera y Hessen fueron los adelantados de una opción que, después, han seguido los demás territorios del país. En Hessen, concretamente, en un referéndum celebrado en 1991, el 82% de los votantes se pronunció a favor de esta modalidad de democracia directa.
Aunque hay diferencias entre los distintos territorios federados (en Alemania no existe una legislación local federal), este cambio relativo al modo de elegir a los primeros ediles, unido a una expansión acusada del referéndum para resolver asuntos locales, ha supuesto una renovación de trascendencia en los usos políticos y ha conducido a un parcial quebrantamiento del monopolio ejercido por los partidos a la hora de imponer sus propias opciones y sus candidatos. Tal alteración de las reglas tradicionales ha tenido una consecuencia beneficiosa y bien perceptible: la recuperación, por parte de la ciudadanía, de espacios libres del influjo partidario. Como, en general, se nos llena la boca invocando "fórmulas de progreso", creo que no hay nada mejor, en tal dirección, que reforzar el poder ciudadano: cuantos menos intermediarios tenga la democracia, mejor enderezado estará su rumbo.