España presume de su sistema sanitario, con razón, salvo algunas lagunas, como la atención dental, es uno de los mejores del mundo, con asistencia universal y gratuita, aunque, como todo lo demás, se haya visto perjudicado por los reinos de taifas que suponen los gobiernos autonómicos.
Entonces, lo que es bueno para la Sanidad ¿por qué no lo es para otros sectores básicos de la sociedad? Se habla cada vez más de unificar los criterios en educación, una de las principales fuentes origen de niños y jóvenes educados en la indiferencia, cuando no en el odio, hacia su propio país y en la tergiversación partidista de la Historia.
Pero los años han demostrado que, como es lógico, lo que es bueno para la elite financiera y para las multinacionales globalizadoras no lo es para la ciudadanía (antes el pueblo). Voy a poner un ejemplo muy sencillo ahora que estamos en verano.