Juan Francisco Glez. Tejada
Hoy he vuelto a encontrarme con una amiga Peruana casada con español, española ella de derecho y por ende de hecho.
Las fiestas de nuestro barrio de la Elipa están celebrándose estos días, en Madrid. Me comentaba mi amiga que ayer Viernes cuando esperaban la actuación de un grupo musical con algunos de sus compatriotas, para compartir con ellos la alegría de las fiestas, y el orgullo de celebrarlo como un colofón al trabajo semanal bien realizado, un ESPAÑOL (¿español?), queriendo hacerse paso entre la multitud se enzarzo con un hermano hispano, hombre dialogante donde los haya, trabajador infatigable. Este energúmeno con DNI que dice que es español la emprendió a muerdos con el, haciéndole daño visibles en sus rostro, lejos de ejercitar lo que unos piensa que el hombre tiene en la cabeza superior a los animales y otros lo localizamos en el alma. Este energúmeno, en su interpretación PROGRESISTA DEL PATRIOTISMO, que a tenor de sus antecedentes policiales tienen como fin tumbar sobre el suelo patrio a todos cuyo rasgo físico, lingüístico se distancia de su ideal de la patria, leyenda tan bárbara como la ocupa la vida de los que en norte de España pretenden hacer de la leyenda HISTORIA.