El tirano que esclaviza al pueblo hermano de Guinea Ecuatorial se encuentra de visita oficial en nuestro país, invitado por el Rey, el gobierno y las altas instituciones de la nación. Es éste un hecho que, como españoles y defensores de la libertad y los derechos humanos, nos repugna y avergüenza.
Obiang Ngema, presidente ilegítimo de esa nación hispana del África Occidental, con la que España tiene contraido un compromiso moral fruto de nuestro pasado y herencia cultural común, llegó al poder trás un golpe de Estado palaciego perpetrado en 1979 contra su primo, el también despiadado dictador Francisco Macías, a quien sustituyó como sátrapa y violador de los más elementales derechos fundamentales de su pueblo.
Desde entonces, las prácticas abusivas, como detenciones arbitrarias, torturas, parodias de juicios penales sin garantías, secuestros de opositores en el exilio y terrorismo de Estado, han constituido el día a día del régimen de Teodoro Obiang, acompañado de una extendida corrupción al socaire del negocio de la extracción de petróleo, del que la República de Guinea Ecuatorial es el tercer productor de África cuando el 60% de su población malvive en la miseria.