Por Tacho

Querido amigo, has vuelto ganar. Tú, que has demostrado ser más pragmático que romántico y que has sabido bailar entre las dos aguas del progreso social "sostenible y las recetas no siempre demasiado eficaces del Fondo Monetario Internacional, es obvio que has elegido un camino posibilista, en lugar de avanzar por la senda revolucionaria que muchos en Brasil y fuera de Brasil temían y otros tantos ansiaban.

 

Creo que no me equivoco si te reconozco que los falangistas democráticos nos alegramos de tu triunfo. No eres, tal vez, todo lo revolucionario que esperábamos cuando hace cuatro años saludábamos tu ascenso al poder como un logro genuino de los trabajadores, deseosos de superar el marxismo que ya no profesabas y acercar sus posiciones al sindicalismo que tú y nosotros tanto defendemos. Pero, a cambio, pareces haber sido capaz de poner al Brasil en la senda de una clara recuperación económica, donde las cosas, por una vez, no se hacen a costa de los más pobres sino esforzándose por que sean éstos los que más se beneficien de los frutos de la buena marcha económica del país.

No cejes en tu empeño y dale una vuelta de tuerca más a tu gestión, que pueda llevar a tu pueblo a disfrutar de mayor justicia social. Entre los tuyos, bien lo sabes, son mayoría los que tiene problemas de pobreza y a ellos te debes, pues no en vano son los que han confiado en ti y te han alzado al puesto en el que estás. Vigila para que tu entorno no se corrompa, y préstale oídos a aquéllos que quieren que avances más deprisa, puesto que, si se adivina el firme convencimiento de que las cosas deben mejorar hasta que todas las necesidades de tu pueblo estén cubiertas, seguirás contando con mucho apoyo, dentro y fuera de Brasil, para no decepcionar a tantos que han apostado por ti, otra vez.

 

Eres un extraño caso. A todos pareces caer bien. Y creo que en este caso es probable que te lo merezcas.

 


 

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