Los motores se van poniendo en marcha. Las ejecutivas de los partidos políticos van dando tarea a los gabinetes de comunicación, para que de nuevo todo sean mensajes y propuestas de cara a las elecciones. En los pasillos oscuros de la trastienda política ya se deben estar fraguando nuevos pactos, nuevas candidaturas independientes que sólo dependen de si el PSOE o el PP quitan o ponen a éste o al otro en puestos de salida. En fin, llega el circo de las municipales y autonómicas. Un circo donde, por cierto, se juegan el sueldo y, sobre todo, el sobresueldo, muchos piratas de los que no calzan pata de palo pero sí se ponen el parche en el ojo. Sobre todo para no ver las irregularidades que siempre están dispuestos a cometer los que saben que en materia de urbanismo el camino más corto pasa por la puerta de atrás y por debajo de la mesa.