Con un 26,24% de paro, cerca de doscientos mil parados y con un pacto por el empleo que apenas tiene dos meses de vida, el gobierno regional, en una apuesta sin precedentes, aprueba una disposición en materia de función pública de carácter presupuestario y no presupuestario, por la cual decide poner la alfombra roja a miles de empleados públicos para compatibilizar su labor pública con la privada.
Desde F.A. Murcia queremos denunciar esta nueva tomadura de pelo. Si nadie pone el grito en el cielo y la oposición calla, sólo puede significar dos cosas: que la clase política no se entera, o es cómplice de ello, o que la economía irregular está hasta tal punto tan arraigada en la sociedad que no nos preocupe lo suficiente este cúmulo de despropósitos. La apuesta del Gobierno regional puede generar una grave situación de fractura social. Como dice una de las famosas leyes de Murphy "todo lo que puede empeorar sin duda empeorará".
Si la medida prospera como suele ocurrir en este Gobierno absolutista, en breve, tendremos por un lado una población con un índice de paro de más del 30%, en jóvenes sobre el 40%, y unos funcionarios pluriempleados. ¿Seguiremos cruzándonos de brazos?