Extremadura

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No se nos ocurre mejor refrán para definir la actitud del Partido Popular de Guareña, que a principios de enero presentó en el registro oficial del Ayuntamiento una iniciativa  en la que pedía que la corporación municipal estudie la posibilidad y viabilidad de adelantar la paga extraordinaria del mes de julio de este año a enero de los trabajadores del Ayuntamiento de Guareña que se les haya retenido la paga extraordinaria correspondiente a la pasada Navidad.

A esta iniciativa se han sumado en el último mes numerosos ayuntamientos, comunidades autónomas, entre ellas la de Extremadura, y diversas instituciones, para sortear la prohibición del pago de dicha extra a los trabajadores públicos impuesta por el Gobierno central.

Y ahí es precisamente donde radica el meollo de esta cuestión. Porque ha sido precisamente el gobierno central, en manos del PP, quien tuvo la feliz idea,  dentro de la amplia batería de recortes con que fustiga al maltrecho pueblo español, de dejar sin paga Navidad a los funcionarios. Aunque en esta iniciativa concreta, mucho más llamativa y mediática que otras, se topó con la oposición de algunos de los suyos como nuestro presidente autonómico, el "barón rojo" del PP, el señor Monago. Que interesado en mantenerse en el gobierno quiere tener contentos a los funcionarios no sea que pierda un buen número de votos y vuelva a la oposición ¡con la de años que le ha costado al PP extremeño llegar al gobierno! Porque no nos engañemos, si Monago contase con mayoría absoluta seguiría a pie juntillas los dictados que emanan de Moncloa, pero como no es así juega a ser el díscolo, el inconformista, el izquierdoso del PP, profundamente preocupado por los intereses de su región y las gentes que la pueblan en lugar de cumplir el programa electoral de su partido. ¡Ja!, vamos nosotros y nos lo creemos.

Otro tanto sucede en el ámbito guareñense, aunque aquí no es necesario que el PP juegue a díscolo ni nada por el estilo, ya que no ostenta el gobierno local. ¿O a lo mejor es que quiere arañar más votos congraciándose con los empleados municipales? Porque desde luego esta iniciativa de proponer a nivel local justo lo contrario de lo que imponen en el conjunto de la nación no es nada seria. Escurrir el bulto, como si los recortes no tuvieran nada que ver con ellos y pretender caerles bien a los trabajadores del ayuntamiento con una medida que, de aprobarse, correspondería gestionar a otros, no es muy coherente que digamos. Y ahí está también el regalo envenenado que para el gobierno local supone ésta iniciativa. Si el PSOE la secunda, el PP se apuntará el tanto de haber dado la cara por los trabajadores y si los socialistas se oponen, alegando, en este caso con toda razón que la supresión de la extra a los funcionarios es una decisión del gobierno central, el PP sacará aún más pecho erigiéndose en defensor a ultranza de los derechos de esos trabajadores. Lo dicho, nadar y guardar la ropa. Eludir responsabilidades. Porque si de verdad el PP, tanto el de Guareña como el regional, quiere que los empleados públicos no pierdan su paga extra de diciembre de 2012, lo tiene muy fácil, pedirle a sus propios compañeros, los seis diputados extremeños que ocupan escaño en el Congreso, que le paren los pies al gobierno de Rajoy. Ellos mismos tienen la solución en sus manos. Apechugar con sus propias responsabilidades y no echar balones fuera. No es de recibo que el mismo partido que propone los recortes, el re-pago sanitario, las medidas antisociales se presente en los pueblos como defensor de los intereses de los empleados públicos, pidiendo a los gobiernos locales que adelanten la paga de julio de 2013, cuando la solución más lógica y natural es pedirle a sus compañeros en el gobierno de la nación que den marcha atrás con los recortes.