Este año de crisis, el Gobierno autónomo se gastará 600.000 euros en celebrar el Día de Canarias. Volverán a ser actos vacíos de contenido, donde la trivialidad y la escasez de imaginación continuarán siendo la regla general, pensados para cubrir el trámite y que los políticos sacien su afán de protagonismo frente una ciudadanía cada vez más alejada del discurso dominante y sus protagonistas.
En FALANGE AUTÉNTICA siempre hemos criticado a la oligarquía que surgió en nuestra Tierra a raíz de la implantación del actual modelo autonómico. Los nuevos caciques, populistas y despilfarradores, que sustituyeron a los antiguos, reaccionarios y brutales, en el ejercicio del poder y la manipulación de los canarios, es cierto que ahora con métodos más sutiles.
Pero nuestra crítica al modelo autonómico no es, ni mucho menos, una renuncia a nuestra canariedad, entendida ésta como la defensa de la identidad colectiva del Pueblo isleño, sus tradiciones y las instituciones que nos son propias. Somos canarios, lo proclamamos con orgullo, y no aceptamos lecciones de nadie ni modelos estereotipados por el interés bastardo de quienes sólo aspiran a usar su presunta defensa de Canarias para mantenerse en el poder, aún a costa del bien común.
FALANGE AUTÉNTICA de las ISLAS CANARIAS se define, por convicción, como una fuerza política regionalista y ello porque creemos en el valor del respeto y la defensa de la identidad canaria en el seno de la Nación Española. Rechazamos a quienes tratan de negar el fruto fecundo de la historia con esquizofrénicas propuestas independentistas, pero también advertimos nuestra disposición aseguir luchando en defensa de nuestro acervo histórico, cultural e institucional.
No queremos quedarnos en la consideración del 30 de Mayo como una fecha meramente festiva, sino que reivindicamos, y proponemos a nuestra gente, la superación del actual modelo autonómico que ha cambiado un centralismo por otro basado en la burocracia y en la proliferación de una multiplicidad de organismos inútiles y muy caros, y su sustitución por el autogobierno de cada isla por sus cabildos insulares, instituciones que lo vienen haciendo desde el último tercio del siglo XIX cuando Canarias empezó a decidir sobre los asuntos que le son propios.
A todos los canarios, desde el Faro de la Orchilla en el extremo más occidental de España, hasta el de La Entallada que mira hacia nuestra vecina África, y a los que residen fuera de nuestra Tierra, les ofrecemos un puesto para luchar por el bien de Canarias y la grandeza de España.