Creo que el falangismo democrático debe seguir buscando con ahínco su propio espacio en una España democrática. Viene ahora a mi mente el concepto liberalismo.
Evidentemente, el falangismo no es liberal desde un punto de vista económico. "El liberalismo económico y la ley del mercado son la versión humana de la ley de la selva y de la ley del más fuerte", dijo Enrique Antigüedad. Tampoco lo es desde un punto de vista político. La democracia liberal es incompleta, ha de ser completada con una robusta democracia social y económica. La democracia liberal también es precaria porque pone en el mercado de los votos valores que no son negociables. ¿Es admisible la pena de muerte aunque lo diga la mayoría del cuerpo electoral? ¿y el aborto? El falangista apuesta por una democracia con valores, no por una democracia nihilista.