A LA ESPAÑA IMPERIAL LE HAN ASESINADO SU MEJOR POETA
Conmovido por esta sucesión de formas que sólo la vida puede ofrecernos, en estos días furiosos de lluvia, de sol encadenado, en lo más íntimo de mi ser ha empezado a dolerme tu muerte. He podido, al fin, encontrarme; de vuelta de la guerra. He hallado de nuevo mi sensibilidad olvidada en mi pozo de hombre.
De librería en librería, he ido buscando tus libros, tus poemas.
De una me llevaba el último ejemplar de tu Romancero gitano; de otra, Bodas de Sangre; en esta me decían que , hacía unos días, habían vendido los pocos libros tuyos que quedaban; en aquélla -la última-, compro cierta Antología que contiene tus más bellos poemas. Cuántas veces hemos reído juntos al hojear este libro, ese revoltijo de poetastros de todas clases. Mi peregrinación era como un homenaje a tu muerte. Algo así como la alegría que he sentido y no podré jamás escribir.