Creemos firmemente en Europa, y por eso nos presentamos a estos comicios. Para los falangistas auténticos, representados en FA, Europa tiene que ser por encima de todo un espacio para las personas. Hoy, como siempre, seguimos pensando que la reorganización del mundo tiene que comenzar por el individuo, y desde esa realidad reconstruir las unidades vitales elementales: los municipios, las comarcas, las regiones, y todas y cada una de las grandes naciones del viejo continente, que cumplirán plenamente su misión cuando sean capaces de ofrecer al mundo un futuro de paz, justicia y profundización en la democracia. Este es el gran reto que afronta el mundo de hoy, y ya el fundador de Falange Española decía que la gran tarea moral que correspondia a España es proponer un nuevo modo de organizar la cosa pública. Ese objetivo, misión genuina de España, sigue siendo hoy válido. No es posible el aislacionismo, el mundo se ha convertido irremediablemente en una gran "aldea global", pero, eso sí, con partes claramente diferenciadas. Es inegable que dentro del mundo occidental hay "talantes" diversos. Europa, a menudo mera comparsa de los Estados Unidos, debe apuntar otra forma de entender lo occidental, más humanista, menos grosera que lo que nos brinda la factoria USA.