J.I.Sanz
Qué pena da ver como está el cotarro. Hasta donde se ha degradado el españolito de a pie que acaba siempre tragando lo que le echen. Nos hemos convertido en un pueblo sin dignidad, pero tranquilos que todo puede cambiar si ganamos la Eurocopa de Portugal, y si no al tiempo. Lo que pasa es que salvo contadas excepciones, la modorra general y la falta de coraje que inunda nuestra sociedad inevitablemente se encuentra también reflejada en el equipo nacional. Aunque mejor que la Eurocopa si no, esperamos al mundial y nos hacemos con él. A ver si de esa manera mudamos la piel y cual crisálida transformada en nuevo ser recuperamos todo lo que se perdió un día no me acuerdo cuándo, la dignidad, el coraje y alguna cosa más.
No podemos seguir así. Llega un punto en que hay que pegar un puñetazo sobre la mesa, si no nos comen hasta los calcetines, pero ese punto parece estar dónde el big-bang rebota, porque los calcetines creo que se nos los zamparon hace tiempo. El pueblo no quiere democracia, auténtica democracia. La auténtica democracia es el gobierno del pueblo, y al pueblo le importa un carajo el gobierno, y si encima es el pueblo el que se debe mojar en la cosa común, en la "res pública", el que se tiene que esforzar y procurar que se imponga la justicia, peor todavía.