Enrique Antigüedad

Hace ya muchos años que decidí definirme en lo político como falangista. A pesar de que pudiera parecer que con los años debiera tener cada vez más claro que es lo que eso significa en términos de política real, qué hacer ante esta o aquella cuestión, qué proponer ante esta o aquella situación, qué posición tomar ante esta o aquella decisión gubernamental, la realidad es que con el paso del tiempo he ido perdiendo la soberbia que al principio me hacía pensar que tenía/teníamos las soluciones a todos los problemas y ahora me permito dudar, sin avergonzarme, de la viabilidad de algunos de los planteamientos que en ocasiones he defendido con gran vehemencia.

Cada día cientos de niños afeminados, delicados, educados o simplemente desafortunados sufren en los patios de los colegios y en las plazas de las ciudades y pueblos de España que muchos de sus compañeros les llamen maricones.

Y nada va a cambiar para ellos con esta Ley, porque ZP no hace frente al problema real de la homofobia y la discriminación por razón de orientación sexual sino que busca el fácil rédito político que dan las medidas efectistas y gratuitas. Antes que abrir el complejo debate de cómo hacer frente a una realidad social a la que no ha sabido enfrentarse aún ninguno de los países que nos rodea, el Presidente Dialogante ha preferido cerrarlo a golpe de ley.

Hoy, día de España, día de la Hispanidad, celebramos sobre todo seguir juntos. La alegría que hoy nos permitimos por ser miembros del llamado mundo hispano, carece de sentido si no somos capaces de garantizar la continuidad de ese sugestivo proyecto de vida en común que es nuestra patria y su relación con las personas que la historia hizo nuestros hermanos.

Triste celebración la de hoy si bajo las banderas españolas que ondean por nuestras calles no se cobijan personas conscientes de su responsabilidad con su comunidad y con su futuro. Hay que saber a donde vamos, es hora de dirigir la vista al frente y reconstruir una España nueva. Una España que viene de un pasado turbulento, en ocasiones glorioso, en ocasiones deprimente, pero que hasta la fecha ha sabido conservar lo esencial para seguir siendo una realidad en el mundo.

De nosotros, los españoles depende nuestro porvenir. También de los que se integren en nuestro proyecto, que en este enclave de construcción no sobran manos para trabajar. Conseguir una España grande, libre y unida, con mayor justicia, con un sentido de liderazgo para crear un mundo mejor, es un bonito objetivo y hoy, día de la Hispanidad, debiéramos hacer examen de conciencia y empezar a trabajar por ese objetivo. Hoy la fiesta, mañana al tajo.

¡¡ Viva España, Arriba España !!

Falange Auténtica de Aragón abría el pasado fin de semana el nuevo curso político 2004-2005 y ponía en marcha una nueva campaña de captación enfocada principalmente a institutos, colegios y universidades.

Bajo el lema "Frente al separatismo disgregador... Una España grande, digna y solidaria, Falange Auténtica quiere hacer un llamamiento a los aragoneses, y especialmente a los más jóvenes, que entienden España como un proyecto sugestivo de vida en común del que los aragoneses formamos parte. Una España plural, diversa e integradora donde la solidaridad entre todas sus regiones hace frene al egoísmo separatista orquestado por la insolidaridad nacionalista y separatista que por desgracia va calando en nuestra sociedad y donde embaucadores con mascaras de izquierdas hacen el juego a la derecha localista y feudalista.