Miguel Ángel Loma
Pocas horas antes de que los asesinos marxistas etarras agitaran el árbol de las nueces ofreciendo dos nuevos motivos para que sus colegas "universitarios", que tanto padecen en las cárceles del oprobioso Estado español, alzasen sus copas de champán en felices celebraciones, tenía lugar en Mallorca, lugar concurrido por grandes personalidades, un encuentro de Juventudes de diferentes partidos nacionalistas. Allí fueron y allí se reunieron (imagino que como siempre, a costa de nuestros bolsillos) representantes de las Juventudes de Convergencia Democrática de Cataluña, de Ezquerra Republicana de Cataluña, de Unión Democrática de Cataluña, del Partido Nacionalista Vasco, de Eusko Alkartasuna, de la Chunta Aragonesista, de la Unión del Pueblo Leonés, del Bloque Nacionalista Valenciano, de la Unión Mallorquina y del Partido Socialista de Mallorca. En fin, los más intrépidos cachorros del excluyente nacionalismo burgués antiespañol. El juvenil encuentro finalizó con una declaración suscrita también por algunos partidos ausentes que, como el Bloque Nacionalista Gallego y el Partido Andalucista, se adhirieron a la declaración sin tener que moverse de casa.