Flecha
Adela es miembro y representante de una asociación de mujeres de su barrio. Mediante la concienciación social y diversas actividades quiere denunciar la situación injusta de muchas mujeres y lucha para que ellas mismas exijan sus derechos. Adela quiere que la voz de su asociación, en nombre de todas las mujeres, se escuche en su ayuntamiento para que sus reivindicaciones se conviertan en hechos. Adela tiene las puestas del ayuntamiento cerradas. Una concejala, activista feminista, la invita a militar en su partido para que su voz sea escuchada. Adela no quiere comulgar con ruedas de molino, Adela no quiere pasar por un partido político sectario en el que no cree para poder acceder al derecho que como ciudadana le corresponde. A Adela los partidos ya le han defraudado muchas veces y no acepta la invitación.