¿Existe la democrácia?. Rotunda y contundentemente no, al menos en España.

El imprescindible Julio Anguita, referente ético no sólo de la izquierda, afirma sin doblez y certeramente que el poder del pueblo, sus representantes y los gobiernos que de él nacen se encuentran sometidos a la tiranía de los mercados. No están estos al servicio del pueblo sino al revés.

Al asumir como propia tal reflexión resulta inevitable admitir lo poco que importa que un gobierno se tatue de derechas o de izquierdas, pues a última hora del día recibirá siempre la llamada de Obama, Merkel o Sarkozy indicándole el qué y el cómo. La conclusión de todo ello resulta lacerante y humillante.

La dictadura de los números...matemática fría, borgiana (de Borgia, no de Borges), de "debe y haber", satánicos números.

La Estadística nos dice, en consecuencia, que si una empresa de trescientos trabajadores puede seguir funcionando con doscientos ciencuenta deberemos echar a la calle al veinte por ciento de esas familias; no nos engañemos y empecemos a hablar con propiedad, no se despiden individuos sino familias, hogares, colectivos vehiculares de afecto; y es aquí donde la clase trabajadora debe rebelarse y es aquí donde deben hermanarse, en amalgama casi antinatura, el cristianismo y el marxismo, alineándose cada uno según su conciencia para hacer posible esa unión fecunda y revolucionaria y ello porque en los tiempos venideros adquirirán drámatica realidad conceptos que nos parecían vetustos y en desuso como alienación, explotación e injusticia social. Y la izquierda ética se tragará el sapo de comprobar como sus gobiernos hicieron el caldo gordo a los verdaderos culpables de la crisis, amancebándose con capitalismos financieros. Y los "social-creyentes" comprobaremos como los que afilan las guillotinas de los derechos sociales, de los derechos de la institución familiar, de los derechos de los más débiles asistieron con recogimiento, devoción, piedad y españolísima mantilla a la Jornada Mundial de la Juventud o a la Misa de las Familias, todo ello en indecente contradicción. Y los que mandan y sus vicarios tratarán de narcotizar a las masas trabajadoras con manidas estrategias trinas: Fútbol, Teta y Telecinco. Y terminaremos por comprobar que las diferencias fundamentales entre la anterior dictadura y la actual son escasas: antes se torturaba en comisarias, ahora en un consejo de administración, con la salvedad, justo es reconocerlo, que ahora puedes elegir cada cuatro años quien te aplique la "picana".

 

Manganeso