Uno de los acontecimientos del otoño ha tenido lugar en el Ateneo madrileño. Ha salido a la calle Manifiesto contra la muerte del espíritu y la tierra, una revista que cuenta entre sus colaboradores e impulsores con firmas como Fernando Sánchez Dragó, Eugenio Trías o Abel Posse, entre otros.
La revista es un llamamiento, un toque de atención, una apuesta intelectual por la primacía de los valores espirituales ante el materialismo bochornoso de la sociedad del tener, el capitalismo despiadado y sutil de hoy en día.
Está hecha con mimo y sus contenidos son brillantes, aunque algunos demasiado incomprensibles para el pueblo que calla, trabaja y vota cada cuatro años.
Recoge aportaciones del vitalismo, el personalismo comunitario, el mundo clásico... Se empeña demasiado en quitarle al cristianismo (entendido como cultura impuesta desde arriba a partir del sigo IV d.C.) cualquier mérito positivo en la formación de la civilización occidental. En clave política, asume el conocido lema "ni izquierdas ni derechas". Ni los unos ni los otros nos salvarán, dice el director Javier Ruiz Portella, de la pérdida de arraigo histórico y la rapiña mercantil.