Cuestionar la existencia de la Nación española, además de ser un atentado contra la verdad histórica, constituye una acción de grave irresponsabilidad política. Por mucho que quieran enmascararlo con hipócritas defensas de la integridad y continuidad del Estado, quienes definen a España como una realidad plurinacional o nación de naciones, no hacen sino barnizar con un falaz argumento a la vieja y perseverante intención de la extrema izquierda, de negar la existencia de España en su neurótica alianza con las minorías separatistas regionales.
España es el primer estado nacional de Europa, con más de quinientos años de existencia y ha sido reformulado a lo largo del tiempo, según las corrientes ideológicas en boga durante los distintos períodos históricos.
Falange Auténtica tiene a la defensa de la Unidad nacional como uno de los pilares que sustentan su programa político, porque la consideramos el marco imprescindible para el desarrollo de las libertades, individuales y colectivas, de los ciudadanos que habitan en nuestro País y porque asumimos nuestra historia y queremos seguir juntos. Estamos convencidos que si España se rompiera, ello no implicaría únicamente el simple hecho de arriar una bandera e izar otra en un determinado territorio de nuestra Patria. Antes al contrario, estamos seguros que tal acto supondría una merma inmediata de los derechos de las personas que habitaren en dichos territorios, porque quedarían a merced de las corruptas oligarquías regionales o de fuerzas totalitarias que defienden paradigmas cuya perversa naturaleza y efectos ya han sido suficientemente probados en la historia reciente.