Con el fin de semana de Piñata, terminaron en la mayor parte de localidades canarias Los Carnavales, fiesta popular en la que muchos habrán tratado de olvidar, al menos por un momento, la dureza con que la recesión económica está afectando a las Islas.
Pero… ¿han terminado realmente Los Carnavales? Sin duda que los festivos si, pero han dado paso a otros, no tan divertidos y de mayor duración, que finalizarán con el “entierro de la sardina” del último domingo de mayo.
¿Y porqué este año otros Carnavales de tan larga duración, tendrá algo que ver que estamos en precampaña electoral? Pues precisamente por eso, porque la clase política, desprovista de la misma poca vergüenza que una “mascarita”, lleva enfrascada dese hace semanas en el ritual preelectoral que ya no nos sonroja porque, desgraciadamente, estamos acostumbrados al mismo.
El PP, siempre igual de incoherente como de impresentable, va al parque jurásico a rescatar a los viejos dinosaurios Bravo de Laguna y Olarte (el franquista, suarista y neo nacionalista que llegó a proponer, con fe de converso, hacer de Canarias un estado libre asociado a la UE) El PSOE no está mejor, disuelve los comités insular de Tenerife y municipal de Santa Cruz, sin respetar los resultados de sus congresos, para imponer a los candidatos desde Madrid en un alarde de “democracia interna” y CC, como siempre, ofreciéndose al mejor postor sin importarles casi el contenido futuro de las urnas.
Pero en las filas outsiders las cosas no están mejor. Los rancios estalinistas, agrupados ahora en su enésimo intento en las siglas Si Se Puede (no se debe), esconden su independentismo rojo-rojito bajo un oportunista manto verde que empieza a percibirse cada vez más amarillo. El que vengan ahora a postularse como los adalides del desarrollo sostenible (¿al estilo Chernobil?), no debe hacernos olvidar que quienes así nos pretenden engañar no son otros que los independentistas de siempre, nostálgicos de la, afortunadamente, extinta Unión Soviética y admiradores de los Castro, Chávez, Gadafi y toda la caterva de dictadores totalitarios de izquierda que ellos consideran parte de su acervo ideológico, aunque de eso ahora no quieran hablar.
IU y Los Verdes anuncian pactos con Nueva Canarias y ¡¡ El PIL!! Para tratar de salvar los límites del injusto sistema electoral canario no se les ha ocurrido nada mejor que mezclar agua con aceite, dando toda una lección de coherencia política e ideológica.
En fin, la gran mascarada no ha hecho más que empezar.
Frente a todo eso, Falange Auténtica de las Islas Canarias ofrece una alternativa modesta, basada en la honestidad y el respeto a los principios. Queremos una Canarias que progrese en el marco de un modelo económico sostenible y respetuoso con nuestros recursos naturales, y que el marco político-institucional de la autonomía se base en cada una de las islas a través de los Cabildos insulares, instituciones históricas que han sabido entender y representar, desde hace casi un siglo y medio, las inquietudes y el desarrollo de nuestro pueblo. En ello estamos y así seguiremos.