Cuando un Gobierno le arrebata al mundo del trabajo en forma de impuestos, una gran parte de la producción, y eso se no materializa en un Gasto Público que atienda de forma rigurosa, eficaz y eficiente las necesidades humanas de sus ciudadanos, en orden a las prioridades de estas, ese Gobierno se convierte en un Gobierno explotador de la clase trabajadora, porque le está arrebatando una parte del bienestar que podría disfrutar con esa parte del trabajo que ha pagado en impuestos y no lo reciben en forma de servicios, ni los que trabajan, ni los demás ciudadanos que tiene derechos a esos servicios (sanitarios, educativos, dependencia, pensiones, etc,).
Los impuestos o la parte de los impuestos que NO se gastan en las Necesidades Humanas que además están siendo desatendidas, es de Justicia que retornen a los productores, porque es de Justicia que estén en manos de quienes LO HA SUDADO, LO HAN TRABAJADO, antes que en manos de los que lo despilfarran y se ponen sueldos altos por el GRAN MERITO de derrochar, lo que ningún esfuerzo les ha costado. Y la gran INJUSTICIA de no poner esos recursos al servicio de cubrir las NECESIDADES más vitales de su propio pueblo.
Juan Fco. González