La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible tendrá lugar en Johannesburgo (Sudáfrica) entre el 26 de agosto y el 4 de septiembre. Diez años atrás la cita fue en Río de Janeiro, en la llamada Cumbre de la Tierra, donde se aprobaron varios documentos- la Declaración de Río, Agenda 21 y los Principios para la Gestión y Conservación Sostenible de los Bosques- eso si, no vinculantes, y dos convenciones sobre Cambio Climático y Biodiversidad.
Si de esperanzadoras pudiésemos calificar las conclusiones de Río, decepcionantes han sido posteriormente los resultados. Tan solo tres años después de dicha cumbre y en Marrakech, el GATT se convierte en la todopoderosa Organización Mundial del Comercio, la famosa OMC, y en clara contraposición con las conclusiones de Río que abogaban por la legislación de los distintos gobiernos a favor del bien común ambiental, esta se dedica a debilitar dicho poder a favor de la libre circulación de mercancías y capital pero eso si, no de personas.
En los diez años transcurridos desde Rio, el concepto de Desarrollo Sostenible, desarrollo a largo plazo en el respeto al Medio Ambiente, ha sido enterrado por la marcha sin escrúpulos de las multinacionales y fuerzas económicas a nivel mundial, que sustentadas en el paradigma que da prioridad al crecimiento económico y a la expansión de mercados, ha tenido como consecuencia la marginación de los sectores pobres de la sociedad abriendo aun más la brecha Norte-Sur, con las consiguientes dificultades de acceso a la tierra, agua, comida y demás servicios elementales y, claro esta, en detrimento del medio ambiente. No olvidemos que la mejora del Medio Ambiente y la Justicia Social son conceptos inseparables.
¿Qué podemos esperar de la llamada Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo?. En ella se reunirán multitud de Jefes de Estado, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, muchas de ellas y especialmente de estas últimas, cargadas de buena voluntad e intenciones, ¿pero estarán dispuestas a cambiar el actual modelo de desarrollo, irrespetuoso con el hombre y el Medio Ambiente, los grandes grupos de presión económica? ¿Estarán dispuestos los países “desarrollados” a disminuir sus emisiones contaminantes a la atmósfera? ¿Se cambiaran los aspectos más negativos y nefastos del actual proceso de globalización mundialista? Desde Falange Auténtica que apuesta por la primacía de la Justicia y la sostenibilidad ecológica mucho nos tememos que no.
Nosotros abogamos por una economía justa basada en el hombre, donde las personas puedan participar en la toma de decisiones, donde las instituciones y empresas rindan cuentas y se responsabilicen de los efectos y las consecuencias sociales y medioambientales de sus actividades, y en la que la Tierra deje de ser objeto de explotación irrespetuosa y deterioro para que unos pocos privilegiados se repartan el botín a costa de toda la Humanidad. Por eso mucho nos tememos que esos pocos no tendrán intención de perder sus privilegios y una vez más, de esta Cumbre saldrán bonitos documentos, fotografías de rigor que se verán en todo el mundo y muchos abrazos y pamplinas pero pocas soluciones practicas para un problema que a medio plazo puede tener consecuencias irreversibles e impredecibles. Ojala nos equivoquemos.