Ha finalizado una intensa campaña electoral para quienes formamos Falange Auténtica. Con el redoblado esfuerzo personal a que la modestia de nuestros medios nos obligan, hemos llevado a las circunscripciones en las que nos presentamos un mensaje contracorriente que pone el acento en las personas, en los proyectos, en la participación ciudadana. Un mensaje fresco y transgresor frente a los fríos y desgastados clichés con que la mercadotecnica de los grandes partidos nos ha bombardeado estos días.
Hemos escuchado, como es costumbre en campaña electoral, muchos despropósitos. Pero, sin duda, la palma se la ha llevado José María Aznar cuando aseguró que todos los votos que no vayan al Partido Popular contribuyen a que ETA esté en las instituciones. Se puede -y a nuestro juicio se debe- criticar la política antiterrorista del actual gobierno, pero de ahí a sostener semejante memez hay un largo trecho. Cuando un votante de a pie elige la lista de Falange Auténtica, o la de los independientes de su pueblo, o incluso la candidatura de sus convecinos que han decidido presentarse bajo las siglas PSOE o IU, no está favoreciendo la presencia de los terroristas –eso es un disparate- sino sencillamente eligiendo los concejales que le parece más conveniente para su localidad.
A pesar de Aznar y de los líderes nacionales de los partidos, debemos votar sin crispación y sin miedos. Es obligado recordar algo elemental: que hoy no se decide la política antiterrorista, ni la política exterior..., que hoy no se presentan Rajoy ni Zapatero aunque lleven dos semanas sin parar de dirigirse a nosotros. Que hoy se eligen nada más –¡y nada menos!- que los concejales de nuestras Corporaciones Municipales con nombres y apellidos, en algunas regiones los parlamentarios autonómicos y en otras comunidades algunos órganos específicos (cabildos insulares canarios, diputados forales vascos, consells insulars en Baleares y Consejo del Vall d"Aran).
Se trata, pues, de que los ciudadanos elijan lo que crean mejor. Sin pensar en si lo que ellos prefieren coincide con la elección mayoritaria o es una opción contracorriente, si va a sacar pocos o muchos votos, porque en las elecciones se debe expresar la elección individual, no acertar la elección del resto. Hay que votar sin miedo. Sin prejuicios. En libertad.