Mientras los dirigentes de media España despotrican contra los de la otra media. Mientras intentan conseguir que sus odios interesados se reflejen en una igual división de los españoles en dos bandos enfrentados. Mientras se despellejan, en el fondo, tan sólo para saber quién va a ser el siguiente que disfrute del poder para hacer las mismas cosas dentro de unos meses. Mientras esto es lo que sale en los periodicos, miles de ciudadanos han secundado manifestaciones para protestar por un problema que es mucho más real que los que artificialmente engordan los grandes partidos políticos para hacer creer que sus peleas son las unicas cuestiones a las que se deba prestar atención.
Este fin de semana muchos ciudadanos, en su mayor parte jóvenes, han salido a las calles a protestar por la dificultad, muchas veces insuperable, que supone conseguir disponer de una vivienda digna en España.
Para disponer de una vivienda, los jóvenes dedican, como media, más del 55 % de su salario al pago de la misma.
En esta realidad, que no está ni mucho menos al alcance de todos, es en lo que queda el derecho constitucional a la vivienda digna. Y a la calle han salido muchos a recordarlo. ¿Dónde estaban los grandes partidos políticos? ¿Dónde están las propuestas firmes y razonables para acabar con el gran problema de la vivienda en España? Obviamente los partidos tenían otras cosas que hacer. Sobre todo garantizar, con insultos, crispación o lo que fuera necesario, que el partido contrario perdiera unos cuantos votos para las próximas elecciones.
En mayo, ayuntamientos y comunidades autónomas verán renovada su plantilla de políticos electos, y es ésa una oportunidad para que la ciudadanía vuelva a exigir un avance que pueda hacer posible que tengamos acceso a viviendas dignas, que nos permitan tanto desarrollar una vida en condiciones aceptables como plantearnos seguir haciendo crecer nuestras familias, proporcionando a esta sociedad un relevo generacional que cada día se adivina más necesario.
Las causas de la escasez de viviendas y de sus elevadísimos precios son múltiples. A pesar de que, tanto los políticos de la derecha clásica, el PP -confesos liberales-, como los de la nueva derecha real, el PSOE -socialdemócratas rendidos a las fuerzas de la ley de la oferta y la demanda-, aseguran que es el mercado quien regula el sector inmobiliario, la realidad y un estudio medianamente riguroso apunta a que son muchas las medidas que se pueden tomar desde las administraciones públicas para ofrecer soluciones en ese terreno.
Las administraciones implicadas más directamente son las que renuevan sus cargos el próximo 27 y, desde esta página, que se solidariza totalmente con los manifestantes de este sábado pasado, nos permitimos recordar a los votantes que es ahora el momento de exigir y de pedir soluciones a quienes pronto tendrán en sus manos darlas.
Nosotros, por nuestra parte, seguimos adelante con nuestra campaña por la vivienda digna, esperanzados al ver que no somos los únicos que nos preocupamos por este tema.