España, al igual que otros países del mundo, atraviesa una grave crisis motivada por la pandemia de la Covid-19. En ese marco, las restricciones a la libertad y movilidad de los españoles han sido impuestas por el Gobierno, así como la limitación de las funciones constitucionales del Parlamento en beneficio de la acción del Poder ejecutivo, controlado por los grupos que apoyan al tándem Sánchez-Iglesias.
Consideramos que con esta situación, el empeño en celebrar las elecciones autonómicas catalanas, es otra muestra de la primacía del interés particular de los políticos que anteponen sus estrategias de partido al Bien común, ya que el esfuerzo personal, familiar y económico que exigen a los españoles en aras de preservar la salud y combatir la pandemia, es sacrificado para celebrar una convocatoria electoral en la que se pondrá en peligro la salud de miles de ciudadanos que, unos obligados por ley a ir a los colegios electorales y otros a depositar su voto, se verán expuestos al contagio que hasta ahora se pretende evitar.
Y todo lo descrito anteriormente, en el ámbito de una comunidad autónoma donde el esperpento político se ha generalizado con un gobierno regional que promueve el incumplimiento de la Ley y la insumisión civil, pero que los partidos que lo conforman son decisivos a la hora de apuntalar la mayoría que sostiene al Gobierno de España, y donde la extrema-izquierda y los separatistas deciden quienes pueden o no hacer campaña electoral, llegando a usar la violencia para ello ante la pasividad de la policía autonómica que está a las órdenes del independentismo.
Por todo eso, pedimos el aplazamiento de las elecciones catalanas hasta que el problema sanitario remita y las libertades puedan ser efectivas en esa región.
Junta Política Nacional de Falange Auténtica