ESPERANZA AGUIRRE- RAFAEL SIMANCAS: LA CÁRCEL DE CARABANCHEL, UNA OPORTUNIDAD PARA LA HONRADEZ Y LA JUSTICIA SOCIAL.
Por Juan Fº Glez. Tejada
Hemos denunciado en multitud de ocasiones la gran injusticia social que se está cometiendo con la vivienda en España, ante la pasividad de un pueblo que permite su hipoteca de por vida, mientras unos cuanto hacen el agosto y el caldo de cultivo necesario para la estabilidad social que el sistema exige.
Vemos en estos días como Simancas se va a Europa a implicar a Esperanza Aguirre en los escándalos de corrupción y/o especulación inmobiliaria (para nosotros ideológicamente solo cabe la preposición o) y el diario El País destapa relaciones familiares entre la Presidenta de la Comunidad madrileña y quienes han obtenido abultados beneficios, producto de la especulación con el suelo. Esperanza Aguirre, a través de su partido y del diario ABC, pone de manifiesto la corrupción que, en forma de comisiones, se ha producido en el Ayuntamiento de Ciempozuelos, para la recalificación urbanística en favor de una inmobiliaria, y le reprocha al señor Simancas los beneficios especulativos obtenidos por la venta de un chalet, al parecer en Boadilla del Monte.
Como la realidad que viven los ciudadanos no va a cambiar por sus constantes acusaciones de corrupción, y como nosotros queremos creer que tienen buena voluntad política, que son personas honestas, les ofrecemos desde Falange Autentica la posibilidad de hacer de la Cárcel de Carabanchel un monumento a la concordia política, un monumento para la memoria histórica de las futuras generaciones, un ejemplo de acuerdo, en pro del interés general y de la justicia social, en medio de un clima de especulación salvaje y mercado libre, donde el pez grande se come al pequeño, esclavizándolo.
Sra. Aguirre, sr. Simancas, siéntense, y firmen un acuerdo político de altura y de futuro, para hacer de la antigua Cárcel de Carabanchel un gran proyecto urbanístico, que demuestre como la vivienda digna no cuesta ochenta millones y la hipoteca de por vida de los trabajadores. Construyan viviendas sociales a precio de coste, que incidan decisivamente en los precios del mercado, que disuadan al dinero especulativo y manchado de las corrupciones más viles de entrar en el mercado de un bien de primera necesidad como es la vivienda.
Esperanza y Rafael, hagan que lo fue una cárcel libere al futuro de muchos jóvenes y padres de familia de sentirse encarcelados en su propio hogar.
Si hicieran eso, estarían poniéndose a la altura de los mejores hombres y mujeres de España, poniéndose del lado de los españoles honrados y trabajadores, y sembrando la mejor semilla de la política española, que tras muchas primaveras no se ha dejado ver. Estarían rompiendo el viejo, inútil y pernicioso tópico de izquierdas y derechas que cada poco no hiela el corazón y emponzoña la resolución de los problemas reales del español.
Y si fuesen capaces de ese acto cabal de patriotismo social, estarían poniendo desde la capital de España las bases de un proyecto capaz de ilusionar a los españoles bajo una sola bandera. El patriotismo social y democrático.