Borja Manrique
En estos días volvemos al secular tema de la religión en la escuela pública. La Jerarquia Católica moviliza a los fieles en defensa de la clase de religión. El socialismo en el gobierno propone que los colegios públicos impartan la educación de la fe como algo opcional, y ahora añade además una asignatura obligatoria sobre el hecho religioso y otra, también de estudio obligado, sobre los "valores ciudadanos".
Parece que hay todavía demasidas lazos Iglesia-Estado que no están demasiado claros. Pero en el fondo de este debate hay un conflicto latente que puede estallar en los próximos años y que se sumaría a los ya existentes. ¿No estamos poniendo los cimientos de una sociedad con una fractura profunda en el tema de la práctica del catolicismo como forma de vida?
La Jerarquia Católica está confundida y muchas veces confunde a sus fieles. ¿Es una batalla genuinamente cristiana luchar por la asignatura de religión, o más bien preocuparse porque en los colegios se eduque en valores humanos independientemente de confesionalidades?.¿Qué es el cristianismo sino una aspiración a una vida lo más humana posible sin rigideces ni formalismos seudoreligiosos?. ¿No sería más adecuado que en las catequesis se introdujera a los niños en el misterio cristiano en lugar de convertir estas en una especie de "educación en valores"?
Cada uno en sus sitio y Dios en el de todos: La escuela del Estado, para la formación de ciudadanos integros que sepan construir una sociedad menos materialista que la que padecemos.
La parroquia o el movimiento eclesial, para aprender a rezar y acercarse a lo sagrado. Quien quiera.
"Queremos una justicia social profunda para que los pueblos vuelvan a la supremacia de lo espiritual".