Man Kan
¿Qué ha ocurrido para que un grupo político surgido de la nada haya obtenido unos más que aceptables resultados electorales?; ¿cómo es posible para una formación política obtener tres concejales presentándose tan sólo en un numero reducido de localidades?; ¿qué lectura hay que hacer si en alguno de esos municipios esta incipiente formación ha obtenido más del 17% de los votos (Hoyo de Pinares), más del 9% (Ardales), más del 5% (Guareña)...?.
¿Qué ha tenido que cambiar para que esos porcentajes sean un logro de una organización con las siglas de Falange?.
¿No es acaso la Falange símbolo del más puro estilo antidemocrático, violento, aliada de la ultraderecha y portadora de reminiscencias del pasado?.
Este éxito es de Falange Auténtica; una Falange renovada, defensora al mismo tiempo de sus raíces históricas (profundamente popular y de espíritu transformador) y de su propuesta de futuro: "un proyecto donde TODAS las personas puedan participar. Una Falange Auténtica que ha sabido agrupar en sus filas a hombres y mujeres que han demostrado su espíritu democrático y su participación en las instituciones, a hombres y mujeres que han demostrado su vocación por el progreso del lugar donde residen, a hombres y mujeres integrados en la vida social de su comunidad. Es el caso de Carlos J. Galán que a pesar de su juventud es uno de los concejales más populares de Hoyo de Pinares desde hace 12 años, o el caso de Pedro Miguel en Guareña, incansable defensor de los diferentes colectivos de Guraeña, o Paco Ortiz sin el cual Ardales no sería el mismo pueblo.
Una Falange, esta auténtica, joven, innovadora en sus planteamientos y normalizada en su imagen. Una falange metida de lleno en el siglo XXI donde cuestiones como presupuestos participativos, desarrollo sostenible y reparto social son puntos incuestionables, donde se escucha el nombre de España como "proyecto común y donde se entiende la política como servicio al ciudadano.
Es de agradecer esta corriente de aire fresco en el panorama político español, un partido sin estridencias capaz de captar el voto joven, el voto solidario, el voto de aquellos desencantados de tanto tecnócrata y profesional de la política. Es de agradecer ver a esta Falange Auténtica rescatar el espíritu pionero de su movimiento: la aventura de hacer política para cambiar las cosas, hacer política pensando en los demás.
Ahora, con tres concejales y con su objetivo puesto en las próximas elecciones generales, no me cabe ninguna duda que oiremos hablar mucho de Falange Auténtica: una Falange que ilusiona.