Por Juan Francisco González Tejada.
No debemos criminalizar a las víctimas.
Ni que paguen justos por pecadores.
Como todo en España, se tienden a polarizar los debates, sin una serena reflexión.
De vez en cuando he expuesto varios temas en lo que pasa esto, como el de los libros de texto, o la sanidad pública o no, en los que esa bipolarización es evidente. Hoy traigo el asunto de los MENA, Menores Extranjeros no Acompañados.
El debate ha saltado ahora en campaña para intentar erosionar a Vox, por la brutal e inaceptable agresión de dos jóvenes a una persona de este colectivo de Menas, y digo persona porque es importante no olvidar que son ante todo personas, las que delinquen, y las que sufren la violencia de unos o de otros.
Después de la agresión de este chico se monta la habitual campaña mediática, con todos sus aditivos de acusaciones y criminalización de una fuerza política: “racistas”, “xenófobos”, etc.
Quienes hacen eso, olvidan a las víctimas. Olvidan a las Personas que sufren acciones violentas y delictivas de estas otras Personas que pertenecen al colectivo de MENAS.
Producto de este conflicto de noticia y falta de sereno debate, se pierden hechos y realidades muy importantes. No todos los MENAS son delincuentes, ni todos llegan a España por el mismo motivo.
Cuando se trata de responsabilizar a quienes denuncian a las Personas de este colectivo -que violan, agreden y roban en los barrios de grandes ciudades- por la agresión brutal e inaceptable a un Mena en Zaragoza, y no se entra a analizar cuáles son los antecedentes en esa ciudad protagonizados por estos chicos, es que tienen por fin otra cosa distinta que el abordar la solución del problema.
Y es que cuando se suceden hechos delictivos protagonizados por menores, nadie hace nada. Es decir, no se les encierra y se les separa de los demás MENAS, ni del resto de la sociedad que sufre sus acciones delictivas. Cuando esto se produce y en los barrios se comienza a conocer quién agrede, y roba, quiénes han sido las víctimas de esas acciones, y se observa la falta de justicia, y a los dos días vuelven a estar en la calle. Y se hacen manifestaciones y denuncias públicas y todo sigue igual, es fácil predecir lo que va a pasar que no es deseable, ni aceptable que pase. Y más inaceptable es que los responsables políticos no use los resortes del Estado de Derecho para evitar la Venganza Privada.
Quiénes hacen dejación de funciones y dejan abandonados a los honrados ciudadanos, expuestos de forma permanente a las acciones de estos delincuentes son los responsables de las reacciones contra estos colectivos y además son responsables de que sea todo el colectivo de MENAS, el que quede señalado y estigmatizado. Y no, no todos esos chicos son delincuentes, pero si no se separa a unos de otros, las condiciones y la capacidad de integración y desarrollo personal quedarán muy disminuidas.
No, no. Estar contra los delincuentes, no es estar contra los Menas, y no vale la burda manipulación de exponer “Menas no delincuentes”, o “ex menas con vidas normalizadas” e incluso ejemplares, para tratar de tapar la existencia de MENAS delincuentes, cuya realidad sufren muchas personas. Ni tampoco vale la burda manipulación de asignar a un colectivo lo que hacen unos cuantos, incluso aunque fueran la mayoría.
Yo lo tengo claro, los buenos que requieren nuestra defensa y la defensa del Estado de Derecho son los Menas que no delinquen, y las victimas que sufren las agresiones de los delincuentes.