Por Mendelevio.

En tiempo de escasez presupuestaria y crisis económica, debe mirase bien donde van las inversiones públicas. Hasta ahora el criterio de los gobiernos del PPSOE ha sido comprar votos a los partidos nacionalistas (e incluso separatistas) con inversiones millonarias en sus respectivas comunidades autónomas. En cambio, no se ha buscado la rentabilidad a largo plazo, ni la distribución de las infraestructuras que generan riqueza y fijan población.  Durante años (e incluso siglos), ha habido regiones beneficiadas por las infraestructuras públicas (conexiones ferroviarias con Francia, Exposición Internacional en 1928, Juegos Olímpicos de 1992…), contratos públicos (reconstrucción de la flota tras la guerra de Ultramar en 1898), exenciones fiscales (como el cupo vasco o la zona franca del puerto de Barcelona)… mientras otros territorios han sido marginados.

En la España interior, la despoblación y el envejecimiento es un problema grave. Soria, Guadalajara, Teruel y, Cuenca son la Laponia de sur, por su baja densidad de población[1]. En Aragón la población se concentra en la ciudad de Zaragoza, mientras de despuebla el resto[2]. Y, por el contrario, el litoral Mediterráneo se satura con el uso industrial y turístico, ocasionando que la congestión alcance límites ecológicos insostenibles[3].

Creemos que se debe fomentar el corredor Cantábrico-Mediterráneo (Santander-Bilbao-Zaragoza-Teruel-Valencia), para descongestionar el tráfico por la saturación del área metropolitana de Barcelona y fomentar así el desarrollo de Teruel.[4] Es necesario comunicar seriamente Aragón con Francia, fomentando el desarrollo de Huesca, Teruel y Cuenca, además de alejar de Madrid (cuyo tráfico está casi colapsado y su atmosfera tiene periodos de grave insalubridad) buena parte del tráfico hacia nuestros vecinos del norte, desde el sur de España.

Para ello nuestro Gobierno no debería ceder ante los partidos nacionalistas y separatistas, y mirar más por el desarrollo equilibrado de todo el País. Además, se debe hacer presión en la Unión Europea para que Francia deje de hacerse la remolona en la construcción de su parte de las infraestructuras. Eso es construir Europa, y no obligar a excarcelar a terroristas de ETA y violadores como hicieron con la doctrina Parot.

Lo que nuestros dirigentes políticos deberían aprender es que la deuda pública no se debe dedicar a financiar el gasto corriente, porque es insostenible, sino el gasto en inversión (que genera riqueza y ahorro en el futuro). Pero desgraciadamente su prioridad no es el futuro del País, sino ganar las próximas elecciones.

[1] La Laponia del Sur: una parte de España que se desangra por la despoblación

[2] La mancha de la despoblación se extiende y 194 pueblos no alcanzan los 100 habitantes

[3] Greenpeace alerta de que la urbanización en la costa española ha crecido un 57% en los últimos 24 años

[4] Sagunto-Zaragoza-Bilbao, el ferrocarril que quiere salvar a la industria española

 


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