Por Mendelevio.
El único ejemplar de la tesis doctoral Innovaciones de la diplomacia económica española: Análisis del sector público (2000-2012) de Pedro Sánchez cogió polvo durante años, esperando a ser consultada en una estantería de la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela, pero ahora va a ser muy útil a la sociedad. No por su contenido, totalmente irrelevante, ya que es un refrito de artículos anteriores de los que era coautor Pedro Sánchez y citas al BOE y de publicaciones de otros autores. Cuando la tachamos de irrelevante nos basamos en criterios objetivos. ¿Cuántas veces ha sido citada en la literatura científica posterior? Será útil a pesar de no aportar apenas nada a la ciencia económica, será útil porque pondrá en la palestra el modo en que los tentáculos de los partidos políticos utilizan a las universidades en provecho personal.
Que Pablo Casado apruebe un master sin ir a clase, sin exámenes y con sólo cuatro trabajos en cuatro asignaturas, o que Pedro Sánchez reciba un cum laude a una tesis que no aporta casi novedades, elaborada en dos años, y que el mismo reconoció que no tenía tiempo para hacer, puede ser legal, pero nos habla de un trato de favor o de falta de rigor de las dos universidades. Hemos visto como los políticos en activo engordan sus currículos con muchas facilidades. ¿Por qué lo hacen? ¿Por vanidad? No creo, ya que un master y un doctorado no es un título honorífico, como el de vizconde en el siglo XXI. Es un documento oficial que habilita para el ejercicio de unas profesiones, como por ejemplo la docencia universitaria.
Vemos como políticos (Pedro Sánchez, Tomás Gómez…) consiguen ser profesores por ser políticos, no por sus méritos. No son profesores universitarios, como fueron Emilio Castelar y Nicolás Salmerón, que se metieron en política, sino políticos con mediocres currículos inflados que tienen a la docencia universitaria como una canonjía para salir del paso en momentos en los que no pueden vivir de un cargo público. Evidentemente los paganos de estas prebendas somos los ciudadanos vía impuestos y los estudiantes con la deficiente formación que podrían recibir.
La irrelevante tesis de Pedro puede ser muy útil, puede valer para concienciarnos de la endogamia, clientelismo, trato de favor, y saqueo de fondos públicos en las universidades españolas. Se debe controlar la constitución de los tribunales de doctorado y de adjudicación de plazas universitarias, para que sean realmente imparciales. Se debe impedir durante unos años la obtención de plaza para ejercer la docencia en la universidad en la que se cursó el doctorado para erradicar la endogamia. Si la irrelevante tesis de Pedro Sánchez vale para poner el foco en las aguas estancadas de la universidad española, removerlas y sanearlas, habrá hecho una gran labor a España.