por Juan Francisco Gonzalez Tejada

Zapatero  en sus palabras, recordó su apuesta por las primarias, con  un descaro propio de este personaje, que  quiere vendernos su apuesta por la democracia, cuando en realidad su apuesta es la imposición de la Ministra de Sanidad ( de momento a tiempo parcial, porque está de campaña)  Trinidad Jiménez,  (de los Jiménez de toda la vida en la carrera judicial incluidos los tiempos del abuelo de Carmen Martínez-Bordiu).

Zapatero se ha tenido que meter su imposición allí por donde la espalda pierde su casto nombre. Nos vende democracia donde lo que ha habido es un plante de Tomás Gómez,  que  no va a ceder por encima de lo que dicen la ley que debe cumplirse,  sus estatutos. Porque de lo contrario el lío jurídico  podría dinamitar el partido. Donde Zapatero habla de democracia, en realidad lo que existe es una cabeza  agachada  para cumplir con lo que le ha venido impuesto por la legalidad que  le ha recordado  Tomás Gómez , que le ha echado un pulso.

Tomás Gómez y Zapatero

En lo que nos importa a nosotros, como ciudadanos que aspiramos al PARLAMENTO de las PERSONAS, frente al Parlamento de los Partidos, es que con todo este espectáculo que se nos ofrece, en este caso desde el PSOE, se ponen de manifiesto varias cosas:

1)Que las personas no importan. Lo que importan son los partidos. Y así lo expresaba Tomás Gómez el día 5 de Septiembre, indicando que  "El candidato no es nada sin las siglas" según recoge EL PLURAL.

2)Se ha afirmado por parte de la cúpula del PSOE,  que es mejor candidata la ministra Trinidad Jiménez, que Tomas Gómez y pocos parecen caer en la cuenta de que sin temor a equivocarnos se puede afirmar, que existen muchísimas mas  personas,  tan buenos o mejores que ellos, pero parece preciso que la sociedad se tenga que conformar con que unos cuantos que pertenecen a un partido, o el propio Secretario General, si nadie le para los pies,  pueden así por la buenas, realizar la criba de bondad, de capacitación de las personas que han de someterse al refrendo del pueblo. Es que acaso no sería más justo que cualquier persona que se sienta capacitada se pueda presentar a ser candidato y que sea el pueblo español que el que elija  a las personas, por encima de lo que los partidos nos quieren imponer para mantener sus propios intereses.

3) Además se pone de manifiesto  que dentro de los propios partidos, existen intereses contrapuestos que nada tienen que ver con los intereses de pueblo. Porque pese a la que esta cayendo ni siquiera Tomas Gómez se atreve a criticar a un presidente que sigue dando millones a los amiguetes, mientras rebaja los derechos de los trabajadores hasta limites que jamás hubieran imaginado los grandes magnates de la economía. Que está haciendo famoso eso de “ te despido porque  preveo que me van a disminuir los ingresos”. Y sin ruborizarse siguen manteniendo la O de obrero.


Esperemos más pronto que tarde, que una nueva juventud despierte de esta realidad para transformar esta  nación, en una democracia, donde se premie la excelencia, la honradez, la honestidad, desde la libertad para ser candidatos, libre de las siglas, porque en  contra de lo que dice Tomás Gómez, para nosotros lo importante son las PERSONAS. No son la siglas las que hacen a las personas, sino que son las PERSONAS las que hacen las siglas.