En tiempos de crisis es frecuente que se propongan algunos atajos para llegar a conseguir objetivos políticos, que en tiempos menos duros serian totalmente rechazados y marginados. No es poco frecuente escuchar en estos días soluciones para superar la crisis que parten de presupuestos antidemocráticos como panaceas para la resolución de los todos nuestros problemas.
Están por un lado, los que ya claman abiertamente por una intervención europea, que supondría poco menos que un periodo tiránico por parte de la troika comunitaria. También está el propio gobierno, que incumpliendo flagrantemente todas sus promesas electorales, está, a todos los efectos, gobernando por decreto y contra la voluntad popular. Y aún hay otros, que desde la calle y desde posiciones más o menos marginales, proponen acabar con la crisis por la vía autoritaria y ya de paso acabar con cualquier tipo de libertad política.
Desde estas líneas queremos proclamar que para Falange Auténtica, la solución no está en constreñir la libertad y la democracia que es la forma de gobierno que mejor la sirve, sino precisamente en lo contrario. Llenar de sentido el término democracia es imprescindible. Solo se sale de la crisis desde la unidad, libremente asumida y expresada, por las personas. Y solo se superara este fracaso del sistema capitalista, desde la voluntad firme de un pueblo por sobreponerse a los problemas e inventar una mejor y más justa manera de organizar la economía. Impensable llegar a ese punto en ausencia de democracia.
Superando la dictadura de los partidos políticos y sus valedores los bancos, poniendo por encima de los intereses económicos de los menos, las necesidades de la mayoría, podrán establecerse los principios que enmarquen un verdadero sistema democrático, donde las personas elijan a personas, para ser representados por sus mejores y no por quienes decidan las ejecutivas de los partidos más endeudados con la banca.
Luchemos por conseguir libertad para decidir, para buscar soluciones desde un frente cívico, plural, pero ajeno a los actuales partidos políticos, que ni nos representan, ni quieren entendernos. Recordemos que la voluntad del pueblo no está encerrada en el cerebro de ningún dictador, ni de ningún burócrata europeo, ni de ningún secretario general, de ningún partido. La voluntad popular es la que expresa el pueblo mediante sus decisiones, a través de un sistema democrático que refleje fielmente lo que el pueblo quiere. El actual panorama ofrece muy poca democracia política y de la democracia económica que representaría una verdadera organización sindical de la economía nacional, aún ni ha oído hablar nuestro pueblo. Pero incluso desde la consciencia del profundo déficit democrático en que vivimos, debemos negarnos cada día y en cada momento, a que la dictadura se imponga.
Aunque sea amparada en la desesperación de un pueblo agotado y empobrecido, porque ninguna de sus soluciones podrá ser antesala de un mundo mejor, sino solamente preludio de un nuevo periodo de cerrazón, represión y esterilidad.
Hoy más que nunca, apelamos al patriotismo de quienes sienten a sus semejantes como miembros de su misma familia, para que sepan debatir, consensuar y acordar con el resto de la comunidad, las mejores soluciones para salir de la crisis. Sobrepasando instituciones caducas y modelos representativos, no solo obsoletos, sino claramente antidemocráticos, como lo es el sistema de partidos políticos, tal como lo conocemos en España. Democracia directa y participativa, pueblo responsable y consensos amplios, entre los que sentimos que lo colectivo tendrá que ser prioritario sobre los intereses individuales y que la justicia social es el principal objetivo del gobierno, son elementos necesarios para construir el futuro. Sin proyecto común no hay porvenir y sin voluntad, libre, de participar en el proyecto, este jamás podrá existir. No puede haber Patria sin Democracia política y económica.
Enrique Antigüedad
Secretario General de Falange Auténtica