Por Mendelevio
La semana que España está quebrada, y el BCE mirando para otro lado, el ministro Ruiz Gallardón anuncia que va a reducir los supuestos del aborto. Se ampara en que el supuesto de malformación del feto huele a eugenesia.
Recordemos que la eugenesia es la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. Esas teorías estuvieron en boga en el siglo XX, desde la socialdemocracia sueca hasta la tesis académica, para optar al título de médico cirujano por la Universidad de Chile, del socialista Salvador Allende. Afortunadamente, el uso aberrante que el nazismo hizo de ellas las desprestigió del todo.
Ruiz Gallardón tiene razón en que el supuesto eugenésico del aborto es el más mezquino de todos. Pero dudo que el interés de promover ahora esa reforma legal sea la Justicia y la Decencia. Me temo que si se suaviza la presión financiera de los mercados sobre España o que los sondeos de intención de voto del PP no recojan un desplome que les lleve a intentar retener, por lo menos, a su voto más conservador, esta reforma quedará en nada. Recordemos que sólo ha hecho un anuncio en la prensa y no ha presentado un anteproyecto de ley al Consejo de Ministros.