¿Condena FA la práctica del aborto y del matrimonio gay?.
- Preguntas enviadas por C. M.
No.
<FA> es un partido poco dado a las condenas y los escarnios, prefiere los derechos a las represiones y se toma muy en serio la libertad personal.
ABORTO.
Preferimos una sociedad sin aborto.
Apreciamos algo inhumano y antinatural en esa práctica. No se requiere una alta sensibilidad para percibir la perversidad de un quirófano tras la brutal extracción de un feto humano del claustro materno. También se advierte el riesgo de consecuencias psicológicas permanentes en la mujer tras someterse a este trauma. Finalmente, el aborto es una agresión contra la dignidad humana pues cada individuo de nuestra especie, aún en periodo de gestación, es un proyecto único e irrepetible de la naturaleza; la suma especialísima de cualidades particulares de cada uno es irreproducible.
El aborto es uno de los ejemplos más evidentes de la tanatofilia, del gusto por la muerte, de la ideología hegemónica. Aborto, suicidio y eutanasia son rasgos que definen nuestra época de manera indeleble. Hace falta una gran desorientación para confundir esto con ninguna forma de progreso, salvo que progresemos hasta la extinción de la especie humana. Sin duda, en un futuro más humano y más civilizado, estas prácticas pasarán a resultar anecdóticas.
Lamentablemente, y en contra de la sensibilidad generalizada dentro de Falange Auténtica, el aborto está plenamente aceptado y es extensamente practicado en nuestra sociedad. A pesar de su extrema brutalidad y del agravante de la indefensión del feto, se percibe ya como un derecho fundamental inalienable, como una gran conquista de la mujer en su lucha contra la sociedad heredada. De convocarse hoy un referéndum sobre su legalidad en España, como se ha hecho en otros países, el resultado a favor resultaría previsiblemente abrumador. Por eso nadie lo ha solicitado nunca. No es necesario.
Existe, por lo demás, un argumento de peso para sostener esta normalización y que carece de una réplica verdaderamente fuerte: que la libertad para abortar no implica la obligación de hacerlo. La decisión de abortar queda así reservada al ámbito de la conciencia de cada mujer. Será la personal escala de valores quien determine la acción final que cuenta ya con el beneplácito social. Y, en democracia, ese es un factor determinante.
En España el aborto registra proporciones sencillamente industriales. No es fácil de entender cómo la percepción del aborto ha podido cambiar tan radicalmente en un país pretendidamente católico. Pero trescientos mil casos anuales muestran que el discurso moral antiabortista ha sido arrasado por la realidad social. Si el aborto es un crimen que conduce a la excomunión y a la condenación eterna a nadie parece importar demasiado.
Por tal motivo concluimos que la resolución del problema del aborto –para nosotros al menos lo es- no puede confiarse por más tiempo a un discurso moral. Para atajar esta hemorragia se requieren posiciones mucho más efectivas. En Falange Auténtica optamos por abordar el aborto desde una perspectiva práctica. Con independencia de sus implicaciones éticas, que las tiene, el aborto constituye uno de los factores determinantes de la crisis de la natalidad en España. Oponemos al aborto la solución de una política agresiva de fomento de la natalidad con ayudas económicas sustanciosas a las familias o a las madres que gestan solas. Y hacemos hincapié en esos dos términos: agresivas y sustanciosas.
Paralelamente, a pesar de que el aborto ha sido trivializado desde las instancias del poder, éste acarrea consecuencias para la salud física y mental de la mujer que se somete al trauma. Creemos que la sociedad debe estar informada de estas consecuencias que sólo la frivolidad o la inconsciencia demagógica pueden soslayar. Si el aborto es fatal para la vida en gestación tampoco la mujer gestante sale bien parada del trance. La Naturaleza sabe desplegar sus propios mecanismos de defensa.
Finalmente se hacen necesarias nuevas campañas de concienciación respecto al uso de medios anticonceptivos como medio de prevención de embarazos no deseados.
Pero una vez que todas estas medidas fueran implementadas entendemos que la decisión final debe recaer siempre sobre la libertad personal. No creemos que la deseable erradicación o drástica disminución de esta práctica pueda proceder de la prohibición. A fin de cuentas resultaría inútil pues se eludiría fácilmente con un pequeño viaje a Portugal tal como, bajo el franquismo, las jóvenes burguesas hacían a Londres.
Si en un itinerario paralelo la sociedad civil logra cambiar su mentalidad desde la permisividad del aborto a la valoración de alternativas que no supongan acabar con un proyecto de vida humana, las clínicas abortistas habrían de cerrar no por coacción sino por quiebra de tan sanguinario y oscuro negocio. Sería muy deseable y gratificante pero se requieren unas políticas previas mucho más activas y de una mayor involucración del Estado en la resolución del problema. Mientras el aborto se siga considerando como una solución en lugar de como un problema las soluciones no llegarán.
MATRIMONIO GAY
Defendemos que no puede existir ninguna discriminación de las personas por razón de sexo u orientación sexual. La unión legal de las parejas homosexuales es un mero asunto de derecho civil, de inscripción registral, que debe dar lugar a los mismos derechos y obligaciones en que incurren las uniones civiles entre heterosexuales. Incluyendo, por supuesto, la adopción.
La polémica sobre si las uniones homosexuales deben ser denominadas como matrimonio es, para nosotros, una mera cuestión semántica sin interés real.