Hace unos días, en Televisión Española, los españoles escuchamos como la presentadora del Telediario se refería al etarra Txapote como el responsable de la ejecución del concejal Miguel Ángel Blanco. Los falangistas queremos recordar al responsable de dicha información que los etarras no ejecutan: los etarras asesinan. La capacidad para ejecutar en tiempos de paz sólo la tiene el Estado y, gracias a Dios, la pena de muerte se abolió en España hace bastante tiempo.
Los españoles hemos asistido a este juicio con perplejidad. Mientras se han permitido los mayores desprecios hacia el tribunal por parte de los acusados, los jueces castigan a la familia de Miguel Ángel con la expulsión de la sala por desorden.
Mientras que la policía realiza detenciones del aparato de recaudación y extorsión de ETA cumpliendo con su deber, el Fiscal General del Estado manda mensajes de prudencia a ese mismo colectivo policial.
Tristemente para todos, vemos que la "paz" que anuncia Zapatero cada día está teniendo un precio político mayor. Los falangistas queremos denunciar públicamente el quebrantamiento del Estado de Derecho español, sometido a la coyuntural voluntad de nuestro Presidente del Gobierno. Sabemos que la historia juzgará a Zapatero con dureza, que se referirá a él como el peor gobernante que ha tenido España desde hace muchísimo tiempo. Pero lo que no queremos ver reflejado en esos futuros libros de historia es que España se rindió al chantaje terrorista, que permanecimos callados y resignados, que firmamos la paz de una guerra que no existía y que, después de más de mil muertos, no hubo justicia ni paz, sólo el sometimiento de una gran nación a la forma más sucia y cobarde de defender unas ideas políticas: el terrorismo.
Uranio enriquecido